Cuando llegaron al centro comercial, Hoseok se creía capaz de tener un ataque de pánico frente a la tienda en la que estaban solicitando.
Hace mucho tiempo no hacía nada como esto, más específicamente, hace cinco años.
Desde que tuvo a Jungshin, se olvidó por completo de lo que era trabajar.
También tenía que ver un poco con que Taejin no lo dejaba, pero eso no era importante ahora.
Ahora, en la actualidad, estaba casi temblando, y con sus manos sudorosas de los nervios. Sus pies estaban enterrados en el suelo, creyéndose incapaz de dar un solo paso.
—¿Es esta? –La suave voz de Jungkook acarició sus sentidos, logrando sacarlo un poco de su trance.
Se giró hacia el contrario, viendo como este tenía a Jungshin en brazos, mientras el niño jugaba con el arete que colgaba de la oreja de su Hyung.
Jung tragó saliva, intentando calmarse.
—Sí... –Musitó vacilante. —¿Quieres entrar conmigo o prefieres buscar un lugar para sentarte con Jungshin?
La mirada de Jeon vagó un minuto entre la elegante tienda, y el lindo castaño. Hasta que finalmente sonrió, y alegó:
—¿Qué es lo que quieres tú?
Hoseok pareció confundido ante la pregunta.
—¿A qué te refieres?
—¿Quieres que te acompañe o me voy?
Entonces, entendió.
¿Qué era lo mejor?
¿Entrar solo o que Jungkook y su hijo lo acompañen?
Por un momento pensó, que lo más profesional sería entrar solo. Pero al dar otra mirada dentro del lugar, notó que tenía algunos clientes, quizás muchos para su gusto.
Muchas personas que lo juzgarían, que le harían dudar, y querer salir corriendo.
Volvió a sentir miedo, y en un intento de protegerse, se aferró al brazo de Jungkook, casi queriendo esconderse detrás de él.
—Entremos ya. –Exclamó, con sus últimas porciones de valentía.
Jungkook sonrió feliz de verlo sujeto a su brazo.
Sintió que era capaz de reconfortar al castaño.
Y eso era una absoluta verdad, ya que con Jeon a su lado, Hoseok no se sentía indefenso, ni vulnerable.
Si algo pasaba, podía esconderse detrás de ese hombre gigante que por alguna razón lo estaba cuidando.
Aunque su inseguridad seguía ahí, e incrementó al notar como las personas a su alrededor los miraban.
Hoseok no sabía porqué lo hacían, ni qué significaban esas miradas.
Tal vez de verdad lo estaban juzgando, o asesinando en sus cabezas.
No obstante, Jung no parecía consciente de que los tres estaban con ropa combinada y eso conseguía llamar la atención de las personas que les miraban con ternura.
—Jungkook-ah, me están mirando demasiado. Estoy más nervioso ahora. –Confiesa en un susurro, completamente ajeno a la realidad.
El moreno se detiene, y le mira con calma.
—Tranquilo, solo busca a un empleado para que le preguntes sobre la vacante.
Jung deambuló con sus ojos aquella tienda, notando a una amigable chica sonriendo detrás de uno de los mostradores.
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Jungkookie Hyung
FanfictionUn divorcio es un nuevo comienzo, ¿cierto? Al menos, Hoseok quería convencerse de eso. Pero, él quería un nuevo comienzo donde solo estuvieran él y su hijo. Nadie más. Sin embargo, Jungkook no parecía ser alguien que se rindiera fácilmente. Él podrí...