Su trabajo había resultado ser genial.
No era demasiado cansado, sus dos compañeras eran amigables, y su jefe era verdaderamente considerado con él.
Le dejaba salir temprano a pesar de que era nuevo, siempre estaba pendiente de él, queriendo cerciorarse de que comiera bien, e incluso si tenía dinero para ir a casa.
En las tres semanas que llevaba trabajando, aquel hombre ya se había ofrecido como su transporte personal, a lo que Jung se negaba, simplemente porque no quería molestar.
Y...
En cierto modo, le resultaba algo incómodo que su nuevo jefe pareciera tan interesado en él, pero no era algo de lo que preocuparse.
Por lo que, cada que Taehyung o Jungkook preguntaban qué tal su día, hacía omisión de esos sucesos, ya que no quería preocupar a nadie.
Y en parte, se estaba aprovechando un poco de este “interés” de su jefe, ya que en una ocasión le pidió un día libre, para poder encargarse de la inscripción de su hijo en la escuela.
Cosa para la cual, se estaba arreglando ahora mismo.
Se miró al espejo, un poco indeciso.
¿Su ropa estaba bien?
Es decir, creía verse bien. Pero iba a una escuela de niños, y el pantalón blanco lucía un poco ajustado, mientras la camisa negra de ceda se amolda demasiado a su cuerpo, marcando su figura.
Pensaba que era inapropiado.
Pero, ¿Qué más da?
Se sentía lindo.
Se inclinó un poco hacia el camarín, colocando bálsamo de fresa sobre sus labios, siendo ajeno a que alguien lo observaba recostado del marco de la puerta.
—Vaya... –Jungkook resopló, logrando que Hoseok lo mirara de inmediato con sorpresa. El moreno estaba ahí, tan tranquilo con sus brazos cruzados, observándolo encantado. —¿Por qué tan impresionante?
Jung se reincorporó, tratando de no avergonzarse por el comentario.
—Iré a inscribir a Jungshin en la escuela.
—Increíble. –Jeon asintió, adentrándose a la habitación del contrario, mientras una sonrisa se formaba en sus labios. —¿Quieres que los lleve?
Hoseok negó de inmediato.
—Oh, no. Tú irás a trabajar tranquilamente, y dejarás que este padre cumpla con su papel de padre, ¿Bien? –Soltó el castaño, ahora acariciando los hombros del más alto, al verlo hacer un mohín ante su negativa.
—Bien... –Aceptó con desgana.
Jungkook de verdad se había acostumbrado demasiado rápido a estar a todas horas con Hoseok y Jungshin, ya era normal acompañarlos a hacer compras, quedarse a cuidar a Jungshin cuando Hoseok salía o ir todos juntos a algún lugar.
Personalmente, Jungkook disfrutaba de la compañía de los otros dos, y era mutuo.
Pero, Hoseok debía poner límites, porque sentía que en cualquier momento sería señalado de aprovechado.
—¡Genial! –Exclamó, sonriendo en grande. Se giró de nuevo hacia el camarín, y de su pequeño cofre de joyas sacó un collar plateado con una linda margarita brillante que colgaba de él. Se lo extendió a Jungkook, y pidió con amabilidad: —Ahora, ayúdame a colocarme este collar, por favor.
—Claro.
El castaño le dio la espalda al contrario, sintiendo apenas las puntas de los dedos de Jeon chocar sutilmente con la piel de su nuca.
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Jungkookie Hyung
FanfictionUn divorcio es un nuevo comienzo, ¿cierto? Al menos, Hoseok quería convencerse de eso. Pero, él quería un nuevo comienzo donde solo estuvieran él y su hijo. Nadie más. Sin embargo, Jungkook no parecía ser alguien que se rindiera fácilmente. Él podrí...