Jungshin terminó de atar sus cordones, mientras tarareaba la canción que se escuchaba desde su reproductor.
Salió de la habitación, para dirigirse hasta la cocina, directo al refrigerador, donde su padre había dejado su batido de proteína.
La casa se encontraba silenciosa, después de todo, solo era él en aquella casa innecesariamente grande.
Tomó un sorbo de su batido, soltando un prolongado suspiro, mientras iba de nuevo a su habitación para tomar su celular y su mochila del club de natación.
Detuvo la música, solo para conectar los audífonos al teléfono.
Se paró frente a su armario, arreglando un poco su cabello antes de ocultarlo debajo de una gorra.
La foto de su padre Jungkook estaba colgada en la esquina del espejo, la miró y asintió.
Debía ganar la competencia de hoy por él.
Estaba nervioso, la competencia de hoy era importante.
Pero no tenía miedo.
Algo le decía que ganaría.
La música continuó sonando en sus oídos, y ahora, sentado en el pórtico, se preguntó porqué su papá Hoseok demoraba tanto.
Llegaría tarde, otra vez.
—¡Este tráfico es una mierda! —Maldijo Hoseok, golpeando los bordes del volante. —Carajo, Jungshin debe estar molesto esperando.
Observó la hora en la pantalla de su móvil.
10:45 AM.
La competencia iniciaba a las 11:05.
Iba a enloquecer.
Acababa de cerrar un trato, para abrir otro gimnasio cerca del centro de la ciudad.
Yugyeom no se presentó a la reunión, debido a un inconveniente.
Y esta se había prolongado más de lo necesario.
Hacerse cargo del puesto de Jungkook había sido demasiado pesado.
Sin embargo, Yugyeom y él habían avanzado demasiado.
Volviéndose una sucursal de gimnasios, dónde ahora se aplicaban clases pilates e incluso calistenia.
Tenían planeado hasta crear su propia marca de suplementos.
Pero eso era mucho más adelante.
Suspiró cansado, sobando su cuello.
Su mirada se fijó en el espejo retrovisor, y formó una mueca con su boca al verse tan demacrado.
—Me veo del asco...
Intentó arreglar un poco su flequillo ahora azabache, su cabello había crecido mucho.
Se llevó un ligero susto por el repentino ringtone de su teléfono.
Observó este, notando el nombre de Jiminie alumbrar la pantalla.
—Hola, Minie... —Contestó, con algo de angustia.
—¡¿Dónde están?!
Ahí estaba, la típica histeria del pobre hombre gestante.
Hoseok suspiró con agobio, mirando que no se movían ni un centímetro.
—Hay mucho tráfico, y aún no he pasado por Jungshin.
Una maldición detrás de la otra línea, y estaba seguro que Park tenía una mirada de muerte.
Su cuñado era tan encantador...
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Jungkookie Hyung
FanfictionUn divorcio es un nuevo comienzo, ¿cierto? Al menos, Hoseok quería convencerse de eso. Pero, él quería un nuevo comienzo donde solo estuvieran él y su hijo. Nadie más. Sin embargo, Jungkook no parecía ser alguien que se rindiera fácilmente. Él podrí...