🌑Hora de la Cena☀️

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Hoseok estaba un poco nervioso.

Era la primera cena que tenía que preparar para Taehyung y Jungkook, y tenía miedo de que estos no gustaran de su comida.

Después de todo, ya tenía un pequeño historial de quejas con respecto a sus alimentos.

6:46 PM

Los jóvenes aún no volvían de sus trabajos, solo se encontraban Jungshin y él en casa. Y mientras el infante veía el increíble mundo de Gumball completamente entretenido, su padre hacía un millón de cosas a la vez en aquella cocina.

Jung tenía la comida en fuego bajo, cada dos minutos se inclinaba frente al horno, vigilando el pastel de chocolate. Removía de vez en cuando los alimentos en las ollas. Puso la mesa, acomodando cada utensilio de manera prolija, alineó los platos, vasos y cubiertos con absoluta precisión.

¿Obsesivo?

Un poco, pero necesitaba que fuera perfecto, ya que no quería decepcionar a las personas de las cual, literalmente, estaban dependiendo él y su hijo.

Apagó la llama en la cocina, dejando que la comida empezara a enfriarse un poco. Se dedicó a preparar el jugo de mango con el que cenarían, y fue distraído por su hijo, quien entró de pronto a la cocina.

—Papi, ¿Aún no está la comida? Tengo hambre. –Soltó quejumbroso el pequeño.

—Ya casi está lista, mi ángel. Aunque aún debemos esperar que lleguen tu tío Tae, y Jungkook-shi. –Le dijo el padre, escuchando un suspiro de frustración.

—Pero... –Jungshin pataleó. —Ellos demorarán mucho, y yo muero de hambre.

Hoseok vio como su bebé hacía un berrinche peligrosamente cerca del horno encendido, por lo que sin dejar de cortar el mango en pequeñas rebanadas, solo estiró su pierna en dirección de su hijo, logrando que este se apartara del presunto peligro.

Jungshin se dejó hacer, y para no causar muchos problemas, se sentó en una de las sillas del comedor, pero seguía de brazos cruzados y con un puchero.

Tenía hambre, y su tío junto a su Hyung posiblemente se demoren en llegar. Además que la comida olía deliciosa, y sabía que su padre había hecho pastel de chocolate, por lo que se encontraba ansioso.

Jungshin vio a su papá licuar el jugo con maestría, a la ves que sin siquiera mirar, apagó el horno de la cocina, ya que con el simple aroma, sabía que el pastel estaba listo.

Después de un minuto, el sonido de la licuadora cesó, y ya en el silencio, ambos Jung escucharon como la puerta principal era abierta, junto a un par de risas adentrándose al hogar.

Jungshin se alzó en su silla contento, casi como un cachorro, puesto a que sabía que ya llegó la hora de comer. Hoseok solo se acercó a la mesa, dejando la jarra de jugo sobre esta, a la par que inspeccionaba las ollas, donde apreció el delicioso aroma de los alimentos. Sonrió satisfecho antes de mezclarlos, y pronto escuchó a los dos adultos adentrarse al lugar.

—Mierda, ¿Qué huele tan bien? –Taehyung fue el primero en entrar por la puerta, con un gesto satisfecho.

Jungkook le siguió, tomando asiento rápidamente junto al niño en la mesa.

—Muero de hambre, ¿Qué hay de cenar? –Preguntó ansioso, puesto que ese olor magnífico había alborotado su apetito.

—Buenas noches para ustedes también, chicos. –Saludó Jung, ignorando la falta de modales. —Taehyung, siéntate. Estoy por servir la cena.

El rubio obedeció cual chiquillo, y los tres sujetos en la mesa, miraban con emoción como Hoseok empezaba a depositar la comida frente a sus ojos.

—Hoy he hecho un estofado de pollo con vegetales, y jugo de mango para acompañar. –Anunció Hoseok sonriente, al ver a los contrarios con sus ojos brillantes.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora