Jungkookie Hyung

🌑¿Quién demonios eres?☀️

8:47 AM

Viernes por la mañana.

Jungkook veía la televisión del living, mientras tenía a sus pies a Jungshin, el cual hacía garabatos con crayones en una libreta vieja.

Escuchaba los utensilios de la cocina moverse, dando a notar la presencia de Hoseok allí.

Y aún quedaba un rastro del perfume de Taehyung por la casa, el cual había salido a trabajar hace tan solo diez minutos atrás.

Jeon suspiró, ya un poco acostumbrado a esa situación en la casa.

Estaba feliz, iba a admitirlo.

Antes de que los Jung se mudaran, ese lugar parecía abandonado.

Taehyung casi nunca está, y Jungkook siempre fue alguien tranquilo y silencioso.

Pero con esa pequeña familia, el hogar ahora sí parecía un hogar, y ya no era tan solitario llegar a casa después del trabajo, o comer en la mesa.

Miró de nuevo al pequeño en el suelo, el cual estaba boca abajo, balanceando sus pies por encima de su espalda, mientras tarareaba alguna extraña melodía.

A través del rabillo de su ojo, miró la silueta de Hoseok moverse de un lado a otro, posiblemente organizando la cocina.

Sonrió, esperando que la hora de ir a trabajar demorase en llegar.

El timbre sonó, y tanto Jungshin como él alzaron su vista hacia el pasillo que daba a la puerta principal. Hoseok se asomó por la puerta de la cocina, mirando a Jungkook con una pequeña sonrisa.

—¿Puedes atender, Jungkookie? Aún no he terminado aquí.

—Claro, tú continúa.

Se levantó del sofá, y Jungshin no parecía lo suficientemente curioso, ya que decidió quedarse garabateando en el suelo.

Jeon casi se regresa al recordar que no llevaba camisa, pero la persona tras la puerta parecía insistente, ya que tocó dos veces más el timbre.

Rodó sus ojos con resignación, y decidió abrir de esa manera la puerta.

Qué carajos importa.

Jaló del picaporte, y apenas la puerta se abrió por completo, ante su vista apareció un atractivo hombre de larga cabellera castaña, vistiendo unos jeans oscuros, y una camisa azul de botones.

Escaneó sus facciones, sintiendo a su cerebro hacer corto circuito al verle un poco de parecido con Taehyung.

Lograba mirarlo a los ojos, ya que su altura era la misma que la de él. Y de inmediato notó el asombro en el rostro del desconocido cuando lo vio.

¿Estaba impresionado por su cuerpo o por qué carajos lo veía de esa manera?

Colocó su brazo derecho sobre la puerta, apoyándose de esta, e inclinándose un poco.

Miró de arriba a abajo al sujeto, antes de soltar:

—Buenas días, ¿Qué desea?

—¿Qué? ¿Quién demonios eres? –Fue lo primero que pronunció aquel desconocido en su maldita cara, cosa que hizo a Jeon fruncir su ceño.

No sabía qué clase de educación recibió ese tipo, pero para él era una gran falta de respeto que le hablaran de esa manera en la puerta de su jodida casa.

De inmediato, se irguió en su sitio, en una postura más a la defensiva.

No dejaría que lo insultaran deliberadamente en su propia casa.