Jungkookie Hyung

🌑Mal Padre☀️

Hace un par de semanas, era feliz.

Jugaba en el patio de la casa, riendo alegremente cuando Jungkook lo cargaba en sus brazos y besaba sus mejillas.

Era feliz cuando corría hacia su papi Hobi y se abrazaba a sus piernas, aceptando que acariciara su cabello.

Muchas personas le decían que era un buen niño.

Educado, alegre y listo.

Jungshin siempre lo creyó.

Creyó que era el niño más afortunado del mundo, porque todos lo querían y su familia era la mejor de todas.

¿Y ahora?

Ahora desconoce en su totalidad porqué cuando apenas llegaron a la comisaría los oficiales lo alejaron de su papi.

No comprende porqué lo tienen sentado en esa gélida silla de metal que le hace sentir frío en sus piernas apenas cubiertas por esa colorida pantaloneta azul.

El sujeto frente a él parecía amable, tranquilo. Sin embargo, su postura era recta, y lucía un poco intimidante ante el menor.

Jungshin estaba nervioso.

—¿Dónde está mi papi, señor?

El hombre pelinegro sentado en el escritorio, juntó un par de hojas sueltas y las guardó en una carpeta.

Miró al infante con una sonrisa afable, antes de tomar una pequeña libreta y su plumón, para finalmente responder:

—A él le están haciendo unas preguntas por separado, cielo.

—¿Llamaron a mi papá? –Quiso saber el niño, moviéndose inquieto en su lugar.

No era demasiado abierto con personas desconocidas, eso no es un secreto.

Mucho menos se siente en confianza cuando uno de sus padres no está cerca.

—Él prometió que vendría también. –Anuncia el oficial, anotando algo en aquel cuaderno.

Jungshin se mantuvo callado y quieto.

Nadie dijo una palabra por un par de minutos, y el oficial después de algunos apuntes, sonrió de nuevo hacia el pequeño.

—Antes de que te reúnas de nuevo con tus padres, quiero hacerte un par de preguntas primero, Jungshin. ¿Prometes ser honesto? Yo prometo que no le diré a nadie.

Shin mostró su desconfianza, aunque prefirió colaborar.

Haría cualquier cosa para ver a sus padres rápido.

—Bien...

—¿Qué fue lo que pasó exactamente el día que tu papi y tú fueron atacados? ¿Recuerdas algo en específico?

Otra vez se inquietó, sus manos se aferraron a la base de hierro de aquella silla, y no pudo evitar ponerse un poco a la defensiva.

Él no quería hablar sobre eso.

—¿Para qué quiere saberlo?

El oficial se sorprendió ante las palabras del infante, quien apesar de notarse nervioso, mantenía su postura recta y un profundo ceño fruncido.

Ni siquiera su mirada vaciló, estaba directo en los ojos del policía, el cual comprendió de inmediato que Shin solo quería proteger a su padre Hoseok.

Era admirable y triste al mismo tiempo.

Admirable, por la lealtad que mostraba a su padre Jung.

Y triste, porque un niño de su edad no debería estar viviendo algo como eso.