🌑Voy a Matarlos☀️

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"Kim Taejin; fue visto por última vez en un estacionamiento del distrito Gojeon. Las autoridades lo han catalogado como alguien sumamente peligroso, por lo que se les pide a los ciudadanos andar con cautela y colaborar con cualquier tipo de información si lo ven."

"Ayer por la tarde hubo una gran colisión de tres autos, el cual paró el tráfico y tuvo dos heridos. Entre esos heridos, se encontraba Kim Taejin, el criminal más buscado en estos momentos. Y según los presentes, fue quien causó el accidente en un intento de escapar de la policía."

Esas noticias pasaban por su cabeza una y otra vez.

No salía de casa hace tres días.

Ni él, ni su hijo, e incluso Jungkook.

Estaba agobiado por la inseguridad.

Se había acostumbrado un poco al sonido de las sirenas por su vecindario.

En las noches, ver las luces rojas y azules atravesar la ventana.

Todo ese caos era causado por ellos.

Habían muchas personas que empezaban a sentirse inseguras por culpa de ellos.

No quería sentirse culpable, pero era muy tarde.

Creía que su vida caótica ya no podía mantenerse oculta, todos los sabían.

No quería ser el centro de atención, aunque ya lo era.

Las personas sabían su nombre, y pensaban que solo eran una familia disfuncional, lo sabía.

Se hundió más en la tina, con las burbujas que el jabón producía cubriendo sus hombros desnudos.

Un suspiro se adueñó del baño, y Jung cerró sus ojos, queriendo estar en paz.

Aunque su corta paz se extinguió por completo, cuando la puerta del baño se abrió.

Giró solo un poco su cabeza, viendo a Jungkook parado a mitad del baño, lo miró con curiosidad antes de cuestionar:

—¿Qué sucede?

—Quería ver cómo estabas. —Respondió el moreno, inclinándose hacia el borde de la tina.

Hoseok mojó su rostro y su cabello a la vez, antes de esparcir un poco la espuma a su alrededor.

—Estoy cansado... —Masculló, bajito. —¿Jungshin aún no despertó?

Jeon negó, con el indicio de una sonrisa en sus labios.

Hoseok volvió a recostar su cabeza sobre el borde de la tina, sin importarle mucho lo que hacía su esposo.

Sin embargo, cuando el agua empezó a desbordarse, el castaño miró con reprimenda al contrario, el cual buscaba la forma de acomodarse mejor en la tina.

—¿Qué haces? Jungkook, no. La tina es muy pequeña.

—Solo quiero estar contigo.

El pelinegro se acercó un poco, rodeando con sus brazos los hombros de su pareja.

Jung bufó, mostrando un ceño fruncido.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora