🌑Día de Películas☀️

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¿Cómo que no vas a venir a trabajar hoy? ¿Estás idiota? –Escuchó a Yugyeom reclamarle detrás de la otra línea. Hubo un bufido de parte de este mismo, y pronto agregó: —Si no estás muriendo, no hay excusas.

Jungkook suspiró, tratando de pensar en cómo explicar su situación.

—Lo sé, sé que debí decirte con más antelación, pero yo tampoco tenía idea de que esto pasaría. –Resopló, arrojando su mirada hacia el castaño, el cual estaba echado sobre el sofá, con sus ojos cristalizados. Volvió a suspirar, sintiéndose mal por Jung. —Simplemente, no puedo dejar a Hoseok solo en el estado en el que está. –Confesó, con un tono preocupado.

¿Quién mierda es Hoseok? –Replicó Kim, sin tener idea de quién hablaba su amigo.

Jeon rodó sus ojos.

—El padre de Jungshin, el niño que llevé ayer al trabajo. –Dilucido el moreno.

—Oh, cierto. Lo había olvidado. –Mencionó el contrario, aunque eso no evitó que continuara quejándose. —Oye, entiendo que quieras consentir a tu novio. Pero estás siendo muy desconsiderado conmigo ahora mismo. Hoy es viernes, idiota. Sabes bien que los viernes son una locura total aquí. No puedo dar tus clases y atender a mis clientes al mismo tiempo.

Jungkook se encogió de hombros, yendo hacia el refrigerador para sacar alguna bebida, mientras su teléfono era apresado contra su oreja y su hombro.

—Tranquilo, haré un comunicado para decirle a mis alumnos que me ausentaré hoy. –Dijo, restándole importancia al tema de su trabajo, mientras daba un sorbo a la gaseosa.

—De verdad que eres un imbécil. –Bufó Kim, resignado. —¿Aunque sea me dirás por qué estás faltando? ¿Qué pasa con Josuk? –Curiosea, y Jungkook rodó sus ojos de nuevo ante la mala pronunciación del nombre de Jung.

—Hoseok. –Corrigió. —Y es demasiado difícil y largo de explicar. Te lo cuento mañana en el trabajo. –Mencionó, antes de desechar la pequeña lata dentro de la papelera.

—Si es que vienes, bastardo. –Refutó Yugyeom en un gruñido.

—Deja de llorar. –Burló Jeon, dispuesto a terminar la llamada. —Ya me voy, solo era eso. No molestes.

—Yo también te quiero, hijo de puta. Besos en tu carita. Muak. –Se despidió Kim, y la llamada fue colgada.

Jungkook guardó su teléfono en el bolsillo de sus shorts, y salió de la cocina directo al living, donde aún se encontraba un pobre Hoseok abatido sobre el sofá.

Jeon no pensó que a Jung le afectaría tanto estar sin su hijo, hasta que empezó a llorar como si fuera la última vez que lo vería. Se preocupó tanto por el llanto del castaño, que lo único que se le ocurrió fue arrullarlo hasta que se calmara, y después sugerirle que vieran unas películas para distraerse.

Y aunque el padre había aceptado, aún no parecía tener ánimos de nada en lo absoluto.

Era como si su hijo fuera lo que le diera energía para llevar su día.

Hoseok estaba...apagado.

Y Jungkook jamás creyó verlo así.

Extrañamente, le preocupaba lo suficiente, como para sentir una punzada de dolor en su pecho.

Quería hacer algo para que brillara de nuevo.

Quería cuidarlo, y verlo sonreír en forma de corazón siempre.

Por eso se acercó al sofá con una pequeña sonrisa, acariciando la melena castaña entre sus dedos.

—¿Y? ¿Ya sabes que película veremos? –Preguntó, al ver que la pantalla del televisor se encontraba en el incio de Netflix. Pero Hoseok no se inmutó, incluso parecía no haberlo escuchado. —Hey, ¿Qué pasa? –Inquirió, ahora más preocupado.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora