Sí, estaba condenado.
Pero, a estas alturas de su vida, lo había aceptado completamente.
Ahora solo debía continuar con su voluntad baja, esperando a que Taejin los llevara a casa sin que se presentara algún inconveniente.
Y habría sido así, si su teléfono no hubiera sonado debido a una notificación.
Jungkookie:
Estoy en el trabajo.
Estaré pendiente de tu mensaje.
¿Cómo va todo?
Si pasa algo, no dudes en llamarme.
Tú solo repica, y estaré allá.
Cuídate, y cuida a mi campeón.
Inevitablemente, una enorme sonrisa se formó en su rostro cuando leyó todo aquello.
Mi campeón.
No entendía porqué eso le parecía tan lindo.
O, puede que como es Jungkook quien lo dice, le resulte lindo.
—¿Con quién estás hablando?
Escuchar la voz de Taejin le hizo sobresaltarse.
Al parecer, en algún momento el contrario dejó de buscar las llaves de su auto en sus bolsillos, y se concentró en la reacción que tuvo Hoseok al mirar la pantalla de su celular.
Jung aplastó su móvil contra su pecho, aplanando sus labios, antes de murmurar una respuesta:
—Con nadie.
Taejin se indignó ante aquella mentira tan descarada, y pronto se acercó con fuertes pasos hacia el más bajo.
—Te pregunté que con quién hablas. –Su voz salió con severidad entre sus labios, no obstante, Hoseok se encogió de hombros con desdén.
—Y yo te he dicho que con nadie. –Bufó, e intentó guardar su teléfono dentro del bolsillo de su pantalón.
Sin embargo, Taejin sujetó su muñeca con fuerza desmesurada, consiguiendo que Jung hiciera una mueca por el dolor.
—No me respondas así. –Reprendió enfurecido. —Dame eso. –Quitó el celular de la mano ajena, y de inmediato miró qué carajos era lo que había hecho a Hoseok sonreír de aquella manera. Su ceño se frunció al ver el motivo. Miró de nuevo a Jung, listo para reclamarle: —¿Qué tanto hablas con este hijo de puta?
—Taejin, estamos en público. –Hoseok trató de calmarlo, aunque ciertamente, solo se encontraban ellos tres en el estacionamiento.
Sin embargo, a Jung no le agradaba para nada la idea de que Jungshin presencie una escena de celos de Taejin.
—Me importa un carajo. ¿Qué demonios le dices a este imbécil? ¿No puedes durar ni cinco minutos sin estar ofreciéndote como una zorra?
Hoseok frunció su ceño ante lo que escupió Kim, mirando de soslayo como Jungshin ahora se hallaba escondido detrás del auto de su padre, con sus manos sobre sus orejas para no escuchar nada.
Eso consiguió hacer a su corazón estrujarse.
Le recordó a cuando vivían con Taejin, a cuando este lo humillaba en frente de su hijo. Jungshin siempre hacía eso, porque no le gustaba escuchar que llamaran a su papi de la forma en la que Taejin lo hacía. Siempre cubría sus orejas para fingir que nada de eso estaba pasando, que solo era una pesadilla.
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Jungkookie Hyung
FanfictionUn divorcio es un nuevo comienzo, ¿cierto? Al menos, Hoseok quería convencerse de eso. Pero, él quería un nuevo comienzo donde solo estuvieran él y su hijo. Nadie más. Sin embargo, Jungkook no parecía ser alguien que se rindiera fácilmente. Él podrí...