🌑Vete a la Mierda☀️

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La luz del semáforo cambió a rojo, y Hoseok miró sus manos juntas.

Jungkook no lo había soltado desde que se subió al auto.

El moreno pareció notar su angustia, ya que de inmediato empezó a dar caricias con su pulgar sobre su piel.

Jung suspiró, relajado.

No había dicho nada, para no preocupar a Jeon. Pero tenía miedo de ir a trabajar.

Tenía miedo de encontrarse con Taejin otra vez.

Este no le había llamado, ni mandado un mensaje desde ayer.

Y extrañamente, eso le inquietaba mucho más.

No sabía qué sucedería hoy.

Por ello, no consiguió negarse cuando Jungkook se ofreció a llevarlos a él y a Jungshin.

Miró por el retrovisor, observando a su bebé entretenido mientras veía por la ventana de la camioneta.

El auto avanzó de nuevo, y en pocos minutos se encontraron frente a la escuela de Jungshin.

El pequeño se movió hasta la puerta, y Jeon quitó el seguro para que el contrario saliera.

-Qué tengas un buen día, campeón. –Se despidió sonriente.

-Gracias por traerme, Hyung. –Mencionó el niño, abriendo la puerta.

-Estudia mucho, mi amor. –Despidió Jung también, sonriéndole a su hijo.

Jungshin estaba a punto de salir del vehículo, cuando el moreno lo detuvo.

-Espera ahí. –Shin lo miró, confundido. Jungkook sonrió. –Mi beso. –Dijo, señalando su mejilla.

El pequeño rápidamente saltó hacia su Hyung, dando un beso en la mejilla de este.

-Lo quiero, Hyung. –Soltó, girándose a su padre, para también besar su mejilla. –Te quiero, papi.

Hoseok sonrió en grande, también besando a su pequeño.

-Yo también te quiero, bebé. Nos vemos más tarde.

Jungshin finalmente consiguió salir del auto, despidiéndose de sus queridos papás con su mano, antes de correr dentro de la escuela.

-¡Recuerda patear en el estómago si te molestan! –Bramó el moreno con diversión.

-Jungkook. –Le regañó el padre.

El aludido lo miró con una tierna sonrisa, y sus ojos brillantes.

-¿Qué pasa, cariño?

Ugh, deja de decirme así.

Sus mejillas se pintaron de rojo, y rápidamente desvió su mirada.

Desde esta mañana Jungkook había comenzado a decirle así, y era vergonzoso.

Sabía que solo quería molestarlo, pero eso no evitaba que se sintiera estúpidamente ridículo cuando escuchaba al más alto decirle de esa manera.

-N-no me digas así. –Rechistó, aclarando su garganta al notar su voz temblorosa. –Y no le digas esas cosas a mi hijo. Él no tiene porqué patear a nadie. –Reclamó, ahora fulminado con su mirada al contrario.

Jeon se encogió de hombros en su sitio, mirando de forma inquisitiva al castaño.

-¿Y si es un niño grande y tonto? ¿Debe dejarse golpear? –Inquirió, con una mueca.

Hoseok se acomodó en su lugar, tratando de no pensar demasiado en su hijo en una situación como esa.

-Qué hable con su maestra. –Resopló con desdén, queriendo acabar con esa conversación.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora