La luz del semáforo cambió a rojo, y Hoseok miró sus manos juntas.
Jungkook no lo había soltado desde que se subió al auto.
El moreno pareció notar su angustia, ya que de inmediato empezó a dar caricias con su pulgar sobre su piel.
Jung suspiró, relajado.
No había dicho nada, para no preocupar a Jeon. Pero tenía miedo de ir a trabajar.
Tenía miedo de encontrarse con Taejin otra vez.
Este no le había llamado, ni mandado un mensaje desde ayer.
Y extrañamente, eso le inquietaba mucho más.
No sabía qué sucedería hoy.
Por ello, no consiguió negarse cuando Jungkook se ofreció a llevarlos a él y a Jungshin.
Miró por el retrovisor, observando a su bebé entretenido mientras veía por la ventana de la camioneta.
El auto avanzó de nuevo, y en pocos minutos se encontraron frente a la escuela de Jungshin.
El pequeño se movió hasta la puerta, y Jeon quitó el seguro para que el contrario saliera.
-Qué tengas un buen día, campeón. –Se despidió sonriente.
-Gracias por traerme, Hyung. –Mencionó el niño, abriendo la puerta.
-Estudia mucho, mi amor. –Despidió Jung también, sonriéndole a su hijo.
Jungshin estaba a punto de salir del vehículo, cuando el moreno lo detuvo.
-Espera ahí. –Shin lo miró, confundido. Jungkook sonrió. –Mi beso. –Dijo, señalando su mejilla.
El pequeño rápidamente saltó hacia su Hyung, dando un beso en la mejilla de este.
-Lo quiero, Hyung. –Soltó, girándose a su padre, para también besar su mejilla. –Te quiero, papi.
Hoseok sonrió en grande, también besando a su pequeño.
-Yo también te quiero, bebé. Nos vemos más tarde.
Jungshin finalmente consiguió salir del auto, despidiéndose de sus queridos papás con su mano, antes de correr dentro de la escuela.
-¡Recuerda patear en el estómago si te molestan! –Bramó el moreno con diversión.
-Jungkook. –Le regañó el padre.
El aludido lo miró con una tierna sonrisa, y sus ojos brillantes.
-¿Qué pasa, cariño?
Ugh, deja de decirme así.
Sus mejillas se pintaron de rojo, y rápidamente desvió su mirada.
Desde esta mañana Jungkook había comenzado a decirle así, y era vergonzoso.
Sabía que solo quería molestarlo, pero eso no evitaba que se sintiera estúpidamente ridículo cuando escuchaba al más alto decirle de esa manera.
-N-no me digas así. –Rechistó, aclarando su garganta al notar su voz temblorosa. –Y no le digas esas cosas a mi hijo. Él no tiene porqué patear a nadie. –Reclamó, ahora fulminado con su mirada al contrario.
Jeon se encogió de hombros en su sitio, mirando de forma inquisitiva al castaño.
-¿Y si es un niño grande y tonto? ¿Debe dejarse golpear? –Inquirió, con una mueca.
Hoseok se acomodó en su lugar, tratando de no pensar demasiado en su hijo en una situación como esa.
-Qué hable con su maestra. –Resopló con desdén, queriendo acabar con esa conversación.
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Jungkookie Hyung
FanfictionUn divorcio es un nuevo comienzo, ¿cierto? Al menos, Hoseok quería convencerse de eso. Pero, él quería un nuevo comienzo donde solo estuvieran él y su hijo. Nadie más. Sin embargo, Jungkook no parecía ser alguien que se rindiera fácilmente. Él podrí...