🌑Un nuevo día☀️

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8:22 AM.

Había perdido un poco la costumbre.

Se sentía raro al estar en su propia casa.

Ahora el living estaba algo vacío por la falta de muebles, y se sentía un poco más fría.

Era como si volviera a estar ahí por primera vez, un tanto extraño y fuera de lugar.

Pero debía acostumbrarse.

Entró a la cocina, la cual continuaba intacta.

Taehyung se había esforzado por dejar el lugar impecable.

Tomó un vaso de agua, y comenzó a preparar un café.

Debía despejar su mente, y aún tenía algo de sueño.

Cuando el aroma del café recién hecho se adueñó del lugar, fue que pudo sentirse reconfortado.

Tomó un poco y se dirigió a su habitación.

Abrió la puerta quedamente, mostrando una gran sonrisa cuando vio a Jungshin dormir sobre el pecho de Jungkook, y como este lo rodeaba con sus brazos cariñosamente.

Desde que habían recuperado a Shin, no querían que durmiera solo.

No era tanto por el niño, era más que todo la necesidad patológica de los padres de sentirlo siempre cerca.

Se adentró a la habitación silenciosamente y con una sonrisa, se acercó al lado de Jungkook, arrodillándose junto a la cama.

Dejó un par de besos en el rostro de su esposo, hasta que este fue despertando lentamente.

Jeon primero miró a su hijo dormir profundamente en su pecho, antes de girar su cabeza hacia su esposo, con una sonrisa un tanto adormilada.

—Buenos días. —Saludó Hoseok, plantando un ligero beso sobre los labios ajenos.

—Buenos días, cariño.

Jungkook hizo el amago de mover al niño, sin embargo Hoseok lo detuvo rápidamente.

—No, no lo despiertes. Quería hablar contigo primero.

El azabache asintió, moviendo a su hijo de su pecho de la forma más minuciosa posible.

—Está bien. Déjame ir al baño.

Jungkook dejó la cama, y Hoseok arropó bien a su hijo con las mantas, antes de darle un beso y dejar la habitación.

Llegó de nuevo a la cocina, sintiendo frío a través de sus pies descalzos.

Quiso tomar más café, sin embargo, se sobresaltó al tener unos brazos rodeándolo de la cintura.

Escuchar la ligera risa de Jeon, le hizo tranquilizarse.

Y pronto sintió un tierno beso en su cuello.

—Me sorprendiste. —Masculló, mirando por encima de su hombro al más alto. —¿Quieres café?

—Solo un poco. —Aceptó el moreno, a lo que casi de inmediato, Hoseok le entregó una tasa. —Gracias, cielo.

Jungkook tomó asiento en el comedor, y después de dar un sorbo al delicioso café de su amado, se sintió renovado.

—Ahora sí, ¿Qué sucede?

—Ya que estamos “regresando a la normalidad”, hay ciertas cosas que debemos hacer. Tú y yo como padres, juntos. Ni creas que me dejaras todos los deberes a mí.

Hoseok se cruzó de brazos, recostado sobre el mesón en frente de Jungkook, quien sonrió ampliamente ante lo dicho.

—¿De qué hablas? Estoy tan emocionado por esto. ¿Qué haremos primero?

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora