Jungkookie Hyung

🌑¿Terminó?☀️

Fue otro tirón a su propio cabello, y Taehyung suspiró, mirando con preocupación a Jimin.

—¡Esto es una puta mierda! —Vociferó exasperado el castaño.

Taehyung lo sujetó de las muñecas, viendo la desesperación en los ojos de su prometido.

—Amor, cálmate. —Masculló, con la esperanza de que se relajara un poco.

Aunque Jimin solo forcejeó.

—¿Cómo carajos hago eso, Taehyung? ¡¿Cómo carajos?! ¡Mierda! —Maldijo hasta casi maltratar su garganta. —Dentro de 48 horas detendrán a Jungkook por un caso de homicidio agravado, y la fiscalía negó que viera a Hoseok y Jungshin hasta el día del juicio y YO VOY A VOLVERME LOCO.

Kim lo abrazó desde atrás, y escuchó al contrario gimotiar un poco.

Jimin realmente iba a perder la cabeza.

Sintió a su pareja arrullarlo, pero aún así sus emociones se estaban desbordando.

Muy en sus adentros, rogaba porque Taejin se pudriera en el infierno por causar tantos problemas.

—Amor, amor. Respira. Vamos a ver, cálmate.

Negó, dejando su cabeza sobre el hombro del más alto.

—Nunca he perdido un caso, Taehyung. Pero temo que este no voy a ganarlo. —El abrazo que el rubio le otorgaba, se volvió más estrecho y protector. Park suspiró: —Les fallé, Taehyung.

El aludido dejó un beso en el hombro de Jimin.

Sentía su angustia, se encontraba de la misma manera.

Pero no podían desmoronarse.

Aún tenían una oportunidad.

Mientras Jungkook no tuviera una sentencia, tenían una oportunidad.

—Tranquilo, mi vida. Lo has hecho perfecto hasta ahora. Trataremos de ayudar hasta donde podamos.

—No lo entiendes... Hoseok se quedó con la custodia de Jungshin gracias a Jungkook, sin él, es muy probable que la pierda. Todo mi trabajo se está yendo a la mierda, amor. Todo se fue al carajo.

Jimin se liberó del agarre, y le hizo frente a su prometido, con sus ojos rojos de tanto llorar por la frustración.

Sorbió por su nariz, y maldijo internamente.

—¿Por qué mierda Jeon le disparó a ese bastardo?

—Amor, en el peor de los casos, Jungshin se quedaría con nosotros. Y Hoseok tendrá derecho a verlo bajo nuestra supervisión, si todo termina tan mal como dices. —Kim trató de animarlo, y el ajeno negó.

—Yo no quiero quitarle a su hijo, Tae. Quiero que permanezcan juntos, no quiero ni imaginar cómo se sentirá Hobi si hoy pierde a su esposo y mañana a su hijo.

Taehyung debía admitir que su corazón se apretó con tan solo imaginar lo fatal que dejaría esa noticia a Hoseok.

El pobre de por sí, salió de la comisaría con su rostro empapado de tanto llorar.

Buscó su teléfono, y llamó a Yugyeom.

Después de todo, este era quien se había ofrecido para darle asilo a Hoseok y Jungshin en su departamento.

Para ellos no debía ser nada fácil ahora.

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—¿Qué tan mal están?

Yugyeom escuchó la voz del rubio en la otra línea, y suspiró con pesadez.

—Llegaron fatal.  —Comentó, con un tono triste. —Jungshin no dejó de llorar hasta dormirse, y Hoseok entró en una especie de crisis. No sé qué hacer, me siento muy mal.