Jeon sonrió, mientras acomodaba a Jungshin en la silla, preparándose para comer. Observó por encima de su hombro a Hoseok, sirviendo la comida con destreza y absoluta concentración. Él por su lado, se encargó de poner la mesa, mientras el niño balanceaba sus pies desde su lugar, ansioso de comer.
Taehyung ya había llamado, informando que estaba en camino, y decidieron tener todo listo para cuando llegara.
Jung colocó los platos con comida encima de la mesa, y se acercó hasta el tazón de su hijo, para ayudarlo a enfriarla.
Todo era tranquilo, incluso hogareño y tierno a los ojos de Jungkook.
Claro, que esta imágen idílica se quebró cuando el teléfono del padre sonó estrepitosamente, arruinando el cálido silencio.
Hoseok hizo una mueca, viendo que se trataba de un número desconocido. Pero aun así, hizo una pequeña venia hacia el pelinegro, y dijo:
—Disculpa, Jungkook-shi. ¿Me permites contestar?
El aludido asintió tranquilo, con una ligera sonrisa.
—Claro. No te preocupes por mí, contesta.
—Gracias. –Musitó, dando una caricia en el cabello de su hijo, antes de ir a su habitación para contestar. —¿Si? Buenas tardes, ¿Con quién habló? –Atendió, con un tono gentil.
—¿Dónde mierda estás?
Esa voz...
Claro que la reconocía, jamás podría olvidarla.
En menos de un segundo, ya se encontraba tambaleante y temeroso en su lugar. Miró a su alrededor casi paranoico, sin saber qué buscaba exactamente. Su pecho se comprimió, y su respiración se volvió débil.
Horrorizado.
Así se sentía.
Era millones de veces peor que el simple miedo, estaba aterrorizado.
—¿T-Taejin? –Balbuceó con un hilo de voz.
—Dime, Hoseok. ¿Dónde mierda estás?
De nuevo ese tono agresivo y recriminante, como si fuera culpable de algo, como si no mereciera ser tratado como un ser humano.
Tragó con fuerza, acumulando valor.
Ya no debía temerle, porque ya no podía hacerle daño.
Él estaba a salvo ahora.
—No, dime tú cómo carajos obtuviste mi número. –Exigió con un tono firme.
No quería demostrar debilidad.
—¿Estás con Taehyung, no es así? –Escupió con inri, escuchándose despectivo. Para finalmente, soltar una risilla sardónica. —Claro que sí. Ese imbécil siempre estuvo detrás de ti.
Jung frunció su ceño, logrando una mueca en su rostro.
—¿Qué? ¿De qué hablas? Taejin, voy a colgar. –Advirtió, queriendo sonar convencido.
—Ni se te ocurra colgarme, Jung.
Aquella exigencia le hizo enfurecer.
¿Quién se creía?
—Quiero que me digas de dónde sacaste mi número.
—Me lo ha dado tu madre.
—Joder... –Bufó, reclamando a su progenitora mentalmente. —Y bien, ¿Qué es lo que quieres?
—Quiero que te dejes de tonterías, y me dejes ver a mi hijo.
—Oh, por supuesto que no. No volverás a estar cerca de Jungshin, lunático.
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Jungkookie Hyung
FanfictionUn divorcio es un nuevo comienzo, ¿cierto? Al menos, Hoseok quería convencerse de eso. Pero, él quería un nuevo comienzo donde solo estuvieran él y su hijo. Nadie más. Sin embargo, Jungkook no parecía ser alguien que se rindiera fácilmente. Él podrí...