🌑Favor☀️

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Cuando Jungkook estacionó la camioneta, y buscó la manera de salir, lo primero que vio fue a Yugyeom acercarse con un gesto para nada amable.

Jeon quiso entrar a su auto de nuevo para huir, pero con tan solo dos pasos, Kim llegó junto a él, azotando la puerta, evitando que la abriera.

-¡No me mates! ¡Tengo una buena razón! –Chilló de inmediato el más bajo, viendo al contrario cruzarse de brazos frente a él.

-Explícame por qué no debería estrellar tu cabeza contra el parabrisas. –Gruñó Kim con molestia.

Jungkook estaba intentando pensar en una razón, pero verdaderamente, no tenía una válida.

A menos que estar distraído por la belleza de Hoseok, y preferir quedarse en casa jugando con Jungshin sea una buena justificación.

Por supuesto que no lo era.

Y si decía eso, Yugyeom lo mataría de verdad.

-He estado muy ocupado. –Resopló ligeramente, notando como el otro fruncía su ceño.

-Aun así, Jungkook. Me estás dejando todo el trabajo a mí, ¡Y se supone que el gimnasio es de ambos! –Reclamó, dando una profunda respiración para calmarse. –Cuando planeamos volvernos colegas, jamás mencionaste nada de que yo me encargaría de todo por un tiempo. –Le acusó.

Jungkook sonrió ligeramente, tratando de excusarse.

-Soy... ¿Padre primerizo? Eso consume demasiado tiempo.

Yugyeom rodó sus ojos ante aquello.

-No realmente. Puedo entender la vez que Jungshin se enfermó, pero las otras veces que has faltado, ¿Qué ha sucedido?

Despidieron a Hoseok, ambos se turnaban para cuidar a Jungshin en su reposo, peleó con Taejin, y lo denunciaron a la policía.

Sí han pasado muchas cosas, pero Kim no necesita saber los detalles.

Jeon arrugó su nariz, disgustado.

-No lo entiendes. Mi familia es especial, y por lo tanto requiere de un cuidado especial. –Musitó, aunque el gesto de su amigo le dio a entender que no sentía la mínima empatía por él.

-Voy a matarte.

Jungkook bufó, dejando caer sus hombros.

-Tampoco soy tan descuidado. El otro día fui a cerrar el trato del otro Gym, y pagué la primera cuota al banco como te lo prometí. Todo eso, mientras corría el riesgo de no llegar a la competencia de mi campeón. –Se defendió, ahora siendo él que se cruzaba de brazos.

-Ese trato estaba hecho desde mucho antes que llegara Josuk y Jungshin. Aparte, de que fue tu idea el expandirnos por la ciudad. Y ahora ni siquiera tengo un poco de tu ayuda. –Atacó el más alto.

-Es Hoseok. –Corrigió Jeon con un gruñido.

¿Por qué Yugyeom siempre lo pronunciaba mal?

-Me importa un carajo lo que sea. –Resopló Kim, frotando su rostro con frustración. –Aún debemos comenzar con las remodelaciones del nuevo gimnasio, y la organización del sistema de este. Establecer los horarios, contratar a los entrenadores, invertir en la publicidad. ¿Y quién hace todo eso? El tío Yug, porque papi Kook está jugando a la casita feliz.

Jungkook quería replicar, pero sabía que Yugyeom tenía toda la razón. Se había descuidado demasiado, pero simplemente se le estaban acumulando sus responsabilidades.

Antes era solo él, y prácticamente trabajaba todo el día, incluso cuando estaba en casa. Pero ahora que tiene otra prioridad aparte de su trabajo, no ha logrado equilibrar su tiempo de forma equitativa.

Literalmente, invierte todo su tiempo en su familia, y cuando se da cuenta, ya lleva tres días sin trabajar.

Entendía la molestia de su amigo, si fuera él, ya le habría arrancado la cabeza.

Suspiró resignado, aceptando su error.

-Disculpa. Prometo ser más dedicado con el trabajo, lo juro.

Yugyeom asintió desdeñoso, restándole importancia a la situación.

-Como sea. Debemos abrir antes de que llegue Jackson. –Farfulló, y pronto Jeon lo miró extrañado.

-¿Jackson? ¿Quién es Jackson? –Interrogó de inmediato.

Yugyeom se dirigió a la puerta principal, sacando su juego de llaves para abrir los candados.

-Tu reemplazo. –Dijo, mirando al otro con obviedad. –¿En serio piensas que me quedaría aquí completamente solo sin un mínimo de ayuda? Me vi obligado a contratar a alguien.

-¿Y no me lo informaste? –Jungkook se mostró indignado, recibiendo una mirada inquisitiva del más alto.

-¿Necesito tu permiso? –Burló Kim.

Jungkook frunció su ceño con disgusto.

-No, pero me hubiera agradado saber que contrataste a un desconocido en mi ausencia. –Replicó, viendo al contrario sonreír con mofa.

-Lamento precisar de ayuda, mientras tú cambiabas los pañales de Jungshin.

-Shin no usa- –El reclamó fue interrumpido por el estruendo que causó su teléfono al sonar, lo sacó del bolsillo de su chamarra, viendo quién era el contacto. –Ya verás. –Susurró en amenaza a su amigo, y se apresuró a contestar al ver que se trataba de Jimin. –¿Si? ¿Sucede algo?

-No vas a creer lo que sucedió. –Park se escuchaba molesto desde la otra línea, y eso consiguió que frunciera su ceño.

-¿Qué pasa? –Inquirió con preocupación.

-Taejin no está dispuesto a negociar. Y te acusó ante la comisaría como un “peligro potencial” para Hoseok y Jungshin. Dice que quiere que pagues una indemnización por los daños a su integridad. Aparte de que te está citando a una audiencia frente a un fiscal, y exige una orden de alejamiento de él y de su hijo.

Jungkook ni siquiera logró procesar lo que acababa de escuchar.

¿Era una jodida broma?

-¡¿Cómo?! –Bramó hacia la bocina, logrando que Yugyeom a su lado lo mirara sorprendido.

-¿Qué carajos pasa? No grites así. –Chistó, sin embargo Jeon ya no estaba en condiciones de racionar.

Kim notó el rostro sombrío del más bajo, junto a una mirada aterradora.

Estaba cabreado.

-¡¿Cómo que peligro potencial?! ¡Él estará en jodido peligro si no deja de tocarme los cojones! ¡¿Dónde mierda estás ahora?!

Yugyeom estaba confundido ante la repentina alteración de su amigo.

Hace mucho tiempo no lo veía enfurecer de esa manera, ya se había acostumbrado al Jungkook tranquilo y afable.

Justo ahora parecía que un demonio había sido liberado.

-Voy directo a tu casa con Taehyung. Debemos informar sobre esto a Hoseok.

Jungkook dio tres fuertes respiraciones, desordenando su cabello, mientras recobraba la calma.

-Voy para allá. –Espetó, para seguidamente colgar la llamada.

Jeon alzó su mirada, encontrándose con el gesto interrogatorio en el rostro de su amigo.

-¿Puedo saber qué pasa?

Rápidamente, Jungkook recordó que acaba de prometerle a Kim que se comprometerá más con el trabajo.

Pero esto era realmente una emergencia.

Así que se acercó a él, y le dedicó una mirada desesperada.

-Vas a odiarme. Pero de verdad necesito irme ahora, te juro que es una emergencia. –Yugyeom solo rodó sus ojos, asintiendo con resignación. Aunque Jungkook le pidió algo que no se esperaba. –¿Puedo pedirte un favor antes de irme? Eres el único que puede hacer esto por mí.

Por el tono que usó, Kim supo que su amigo hablaba muy en serio, por lo que accedió inmediatamente.

-Claro, dime qué necesitas.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora