🌑Caer en Pedazos☀️

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Su imagen estaba en todos los noticieros del país con el corto aviso de ‘Se Busca’.

Todos se preguntaban dónde estaba Jeon Jungkook.

Aunque jamás se esperaron que este se entregara solo, estacionando su camioneta justo en frente de su casa.

Apenas salió del auto, los trabajadores de la prensa lo acorralaron, haciendo millones de preguntas que en ese instante para Jeon se escuchaban tan lejanas.

Ni siquiera entendía lo que decían.

—¿Tuvo problemas con su pareja últimamente?

—¿Cómo en su relación con las víctimas?

—¿Puede decirnos lo que hizo?

—¿Dónde estuvo al momento de los hechos?

Tantas personas, tantas cámaras apuntando a su cara.

No podía respirar.

Sin embargo, incluso con la falta de oxígeno, logró hacerse pasó entre las personas, llegando directamente a la línea de policía, la cual traspasó sin importarle nada.

—Señor, no puede pasar.

La voz del oficial era difusa, distante, casi inaudible.

La puerta de su casa estaba abierta, y luego de entrar, quiso retroceder de inmediato.

Una dura presión en su pecho apareció, el dolor similar al de un disparo, y con un nudo en su garganta, observó detalladamente la escena que estaba en el living.

Un sofá volcado; la mesilla del centro rota, sangre en el suelo, las fotos de la repisa ahora en el piso, con el cristal quebrado y los marcos magullados.

Un escalofrío lo invadió, y apenas tuvo fuerzas para inclinarse y tomar una de las fotos.

Eran ellos, su primera foto juntos, cuando salieron por primera vez como familia.

Y ahí, viendo los rostros sonrientes de Hoseok y Jungshin, sintió que su vida cayó en pedazos.

No pudo soportarlo más.

No aguantaba ni un segundo más de ese maldito infierno.

Estaba llorando.

Desconsolado, asustado, dolido.

¿Qué le habían hecho a su familia?

Hace tan solo dos días, los había abrazado y les prometió que volvería.

Pero ahora...

Parece ser que ellos son los que no van a volver.

—Señor Jeon.

Se giró ante el llamado, mirando a uno de los oficiales.

Sin pensarlo dos veces, con su mano envolvió en un puño la camisa del sujeto, y con sus ojos oscurecidos y vacíos, inquirió:

—¿Qué ha pasado? ¡¿Qué demonios ha pasado aquí?!

Al parecer, Jungkook tenía a la muerte misma reflejada en sus pupilas, puesto que el oficial se paralizó, siendo incapaz de responderle.

Se escucharon algunos pasos, y cuando Jungkook se volteó, habían más policías en el lugar.

—Señor Jeon, precisamos que venga con nosotros.

Ni siquiera discutió o se resistió.

Ya nada importaba un carajo ahora.

—Esto es absurdo. Ese hombre de ahí es una víctima más de todo esto, y ustedes lo tienen esposado en esa jodida silla, mientras lo hostigan con un montón de preguntas de las cuales él también quisiera saber las respuestas.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora