Jungkookie Hyung

🌑Mal Presentimiento☀️

Lunes, 7:05 AM

-Jungkook...

-Jungkook.

-¡Jungkook!

El aludido dio un ligero brinco en la cama, despertando completamente abrumado y desconcertado.

Lo primero que vio al abrir los ojos, fue la deslumbrante sonrisa de corazón de Hoseok.

Hoseok...

Su querido Hoseok.

¿Qué había sido ese sueño?

Hace mucho que Jeon no soñaba con él.

Su pecho subía y bajaba casi descontrolado, y cuando Jung lo notó, optó por dedicarle una leve caricia en la mejilla.

-Por fin despiertas. –Habló animadamente. –Vaya que tienes el sueño pesado. Creí que estabas muerto. –Mencionó ahora burlón, a lo que Jungkook parpadeó reiteradas veces, dudando si verdaderamente se encontraba en la realidad. Aunque cualquier atisbo de duda se disipó, cuando Jung dejó un casto beso sobre sus labios. Tan cálido y amoroso. –Buenos días, cielo. El desayuno ya está listo. Puedes ir a comer, yo terminaré de arreglar a Jungshin para la escuela.

Hoseok estaba ahí, frente a él, sonriendo de esa manera tan propia y hermosa que tenía.

Jungkook sentía la calidez irradiar del cuerpo del castaño, sentía su mano puesta en su mejilla, el peso que causaba en la cama, al encontrarse sentado en el borde de ella.

Y aún así, pensaba que todo aquello era irreal.

Miró a su alrededor, escudriñando prolijamente la que ahora era su habitación con Hoseok.

Vio el escritorio con su computador, y algunos libros de Jung. Junto a la cama, una mesilla de noche que tenía una foto de Jungshin y Hoseok sonriendo alegremente. El clóset en la esquina de la habitación, tenía una de sus puertas abiertas, dejando ver una de sus sudaderas colgadas ahí.

Sí, esa era la realidad.

Pero aún permanecía una extraña sensación en su cuerpo.

¿Qué era eso que recorría sus arterias?

Una sensación de escalofríos que llenaba su estómago con particulares estragos, haciéndolo tener un malestar nauseabundo.

Estaba perdido en su mente, al menos así fue hasta que Hoseok tocó su pecho desnudo, logrando que volviera a sobresaltarse con premura.

Jung le dedicó una mirada confundida, y con un tono de preocupación, inquirió:

-¿Qué pasa? ¿Tuviste un mal sueño, amor?

Su mano fue inconscientemente hasta la de Hoseok, sintiendo la inexplicable necesidad de tocarlo. De sentir que realmente estaba ahí.

Y como un rayo de realidad, Jeon sintió otro escalofrío, aunque este ya lo conocía, ya que era exactamente la misma corriente eléctrica que le atacó cuando tocó la mano de Hoseok por primera vez.

Tan despiadado y apasionante a la vez.

Tan familiar y reconfortante.

Entonces, lo miró a los ojos por primera vez desde que despertó de ese extraño sueño. Y no pudo evitar notar la inquietud que se reflejaban en las brillantes pupilas de su pareja, cosa que le hizo sentir culpable de inmediato, por lo que se obligó a sonreír ligeramente, mientras sacudía su cabeza.

-No es nada. Buenos días, cariño. –Saludó, aparentemente tranquilo.

Hoseok pareció desconfiar por unos segundos, aunque decidió restarle importancia, y solo saltó de la cama, con los mejores ánimos.