🌑Déjalo☀️

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—Abre. —Jungshin obedeció, abrió su boca, y comió de la fruta picada que Jungkook le estaba dando. —Mastica bien, no comas tan rápido.

Jungshin había pedido algo de comer más tarde cuando le dio hambre, por lo que su amado Hyung corrió a hacerle una ensalada de frutas apenas el niño chilló.

Ahora lo estaba alimentando, feliz de ver a su pequeño campeón tomar del vaso de leche, sujetándolo tiernamente con sus dos manos.

Sonrió.

Su pecho se inflaba con ternura y un sentimiento de protección cada que estaba con Jungshin.

Lo único en lo que pensaba era en cuidarlo y hacerlo feliz.

La simple idea de ver a ese pequeño angelito llorar, le producía estrés. Jungkook jamás lo haría llorar, mientras esté bajo su cuidado, hará cualquier cosa para que se mantenga alegre, así Hoseok se canse de reclamarle que está mimando a su hijo.

Dio otra cucharada de ensalada para el pequeño, limpiando un poco su boca con una servilleta.

Aunque fue interrumpido por el sonido de su celular.

Lo sacó de su bolsillo, y su mirada se iluminó al ver el nombre del remitente.

‘Mamá’

—Espera un minuto, campeón. —Dijo, colocando la cuchara dentro del tazón, y levantándose de la mesa. —Come todo, ¿Entendido? —Le indicó, dejando un beso en su frente, y saliendo hasta el living. —Hola, mamá. —Saludó de inmediato al contestar.

—¡Jungkookie! ¿Cómo se encuentra mi lindo ganador? —Habló ella, con su característico tono risueño y cariñoso.

Jungkook sintió una calidez en su pecho, a la par que tomaba asiento en el sofá.

—Estoy perfectamente, mamá. —Resopló con una ligera sonrisa. —¿Y ustedes? ¿Cómo sigue papá? —Inquirió.

La última vez que vio a su padre, fue en la silla de ruedas, mientras le daba un paseo por el patio de casa. Estaba grave de salud, pero su madre se encargaba de cuidarlo con todo el amor y paciencia del mundo.

Escuchó como la mujer suspiraba con alivio.

—Está mejor. Ya tiene fuerzas de salir a caminar de vez en cuando, y consigue estar más activo que antes. Al parecer el tratamiento está funcionando, el doctor le recomendó mucha fisioterapia.

Jungkook sabía lo mucho que su mamá se emocionaba con esos avances en la salud de su padre.

—Me alegra escuchar eso. —Musitó, desordenando un poco su cabellera. —¿Cómo estás tú?

—Feliz de saber que mi hijo sigue con vida. De verdad, estás desaparecido, Jeon Jungkook. ¿Cuándo planeas visitarnos de nuevo? Sabes lo indignante que es que tu madre se comunique más con Gyeomie que con su propio hijo.

Y tenía razón, estaba desaparecido.

Ciertamente, la última visita que dio fue el mismo día que regresó y se encontró con la sorpresa de Hoseok y Jungshin en su casa.

Él tenía el hábito de visitar a sus padres dos veces al mes, pero desde que llegó la familia ahí, sus progenitores no han tenido un segundo de protagonismo en sus pensamientos, ya que estos estaban completamente revueltos por Hoseok y Jungshin.

No sabía exactamente porqué era eso.

Suponía que... ¿Lo distrajeron demasiado?

—Lo siento, he tenido muchas cosas en la cabeza últimamente. —Sinceró, aunque no daría muchos detalles.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora