Jungkookie Hyung

🌑Padre Orgulloso☀️

Jungkook corrió por el pasillo de la casa, hasta llegar a la cocina, donde Jungshin aún estaba comiendo su desayuno, y Hoseok recogía la mesa.

Se acercó hasta el pequeño para dejar un beso en su frente.

—Ya me voy. –Dice, mirando a Hoseok. —¿A qué hora estarán saliendo para el evento?

—El entrenador me dijo que Jungshin debe llegar con una hora de antelación, así que supongo que saldré de aquí a eso de las 12:40. –Menciona el padre, a lo que Jeon asintió.

—Bien, nos vemos allá, entonces. –Dejó una rápida caricia en la cabellera rizada, y se alejó del pequeño. —Mucho éxito para mi campeón.

—¡No falte, Hyung! ¡Papi y yo lo estaremos esperando! –Chilló Shin, viendo a su mayor sonreírle.

—No faltaré, mi bebé. –Prometió, desviando su mirada a Jung. —Te escribiré cuando salga para allá, ¿Está bien?

Hoseok asintió con una amplia sonrisa. Y sin que Jungkook se lo esperara, el contrario dejó lo que hacía para acercarse a él y sujetar con su suave zurda, la mano tatuada del moreno.

—Te apartaré un asiento. –Dijo, antes de acercarse por completo, y depositar un beso en la mejilla contraria. —Ve con cuidado. –Sonrió.

Te quiero.

Extrañamente, esa palabra retumbó en su cabeza, pero se esforzó por dejarla encerrada ahí.

Era demasiado pronto, y no sabía qué significaba realmente.

Es decir, Jung sí apreciaba a Jungkook, mas aún debía descifrar cuál era esa clase de cariño que le tenía.

Hasta entonces, no podía pronunciar esas palabras para el más alto.

Jungkook se sonrojó hasta las orejas, parpadeando incrédulo de lo que acababa de pasar.

De pronto, su rostro se iluminó con una hermosa sonrisa, y sin poder evitarlo, atrapó entre sus brazos al adorable padre de familia.

—Ustedes también cuídense. –Pronunció, antes de tomar un poco de distancia, y mirarlo a los ojos. —Prometo llegar.

Jungshin quería chillar.

¡Estaba tan feliz de que su papá y su Hyung se demostraran cariño!

A los ojos del infante, ese par se veían muy tiernos juntos.

Y ver cómo su papi Hoseok se sonrojaba, mientras Jungkookie Hyung le sonreía con ternura, se lo confirmaba.

Tan solo un minuto después, Jungkook ya se había ido, luego de separarse de Hoseok, y correr hacia la puerta por su atraso al trabajo.

En la cocina, solo quedaron padre e hijo. Y rápidamente, Hoseok se sintió juzgado.

—No digas nada, pequeño. –Gruñó, al ver como su hijito le miraba, mientras sonreía de forma burlona.

—No dije nada. –Canturreó con diversión.

—Y tampoco me mires así. –Señaló, consiguiendo que el menor sonriera en grande.

—No te miro, entonces. –Soltó, riendo un poco, antes de girarse hacia la puerta de la cocina. —Iré a bañarme. –Rápidamente, corrió fuera del lugar, y Hoseok lo escuchó gritar: —¡A mi papi le gusta Jungkookie Hyung!

Hoseok se sonrojó velozmente, mientras escuchaba la cantarina risa de su hijo por toda la casa.

Salió detrás de él con intención de reprenderlo, aunque pronto se halló sonriendo también.