🌑Comienzo de Clases☀️

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Se supone que sería un día tranquilo para él.

Solo dejar a su hijo en la escuela, ir a trabajar, y todo iría con tranquilidad.

Pero Taejin no podía permitirle eso.

Dejaron al niño en la escuela, y él solo había sido amable.

Solo había sido malditamente amable.

¿Por qué le tenía que pasar eso a él?

Taejin había aparcado en el estacionamiento del centro comercial hace unos tres minutos. Minutos donde solo se escuchaba la fuerte respiración del hombre, y Hoseok se mantenía con su cabeza gacha en el asiento del copiloto.

Estaba aterrorizado.

—Y-ya voy a bajarme. Gracias por traerme. –Balbuceó, con su voz inestable.

No quería enojar más a Taejin.

Sabía de lo que era capaz.

Se giró, queriendo abrir la puerta. Pero la fuerte mano de Kim sujetó su muñeca, apretándola.

—Aún no te irás. –Sentenció, y Jung solo consiguió temblar ante sus palabras.

—P-pero debo trabaja-

Sus palabras fueron interrumpidas por la fuerte bofetada que Kim depositó en su mejilla.

Su rostro se giró ante el impacto e instintivamente, cubrió su mejilla con su mano. Sus ojos se llenaron de lágrimas, sin embargo, intentó no llorar en ese instante.

No podía hacerlo frente a él.

Eso solo lo enojaba más.

Su rostro ardía, y se encontraba temblando sobre el asiento.

Quería huir.

—Mírame. –Ordenó el hombre junto a él, pero Hoseok era incapaz de moverse. El miedo lo había paralizado. —¡He dicho que me mires! –Taejin tiró de él, consiguiendo que sus miradas se encontraran. Hoseok no vio nada más que furia, simple ira irracional. —¿Por qué hice eso? –Le cuestionó, y Jung no tenía idea si debía responder o no. —¡Responde cuando te hago una pregunta, joder! –Kim alzó su voz de nuevo, más que irritado. —¿Por qué te estoy corrigiendo?

Porque estás loco...

Tragó el nudo en su garganta.

Estaba cansado de ser corregido.

Él no había hecho nada malo, solo fue amable con el guía estudiantil de la escuela.

No era su culpa que el sujeto empezara a coquetear.

—¿Debo insistir?

Vio la mano de Taejin alzarse de nuevo, cosa que le hizo bajar su vista de inmediato, y se apresuró a responder:

—P-por desobediencia.

—¿Y qué más?

Hoseok apretó sus ojos, dejando salir algunas lágrimas.

Mierda.

—P-por ser una puta...

—Correcto. –Felicitó el contrario, soltando un pesado suspiro. —Escucha. Me importa una mierda la relación que tengas con ese hijo de puta. Mientras estés conmigo, seguirás mis reglas. Y si él permite que le faltes el respeto, y actúes como una cualquiera frente a todos, conoces perfectamente que yo soy intolerante hacia eso. Así que, exijo respeto, y te recuerdo que conmigo debes ser obediente.

Aquella reprimenda era solo porquería.

Hoseok lo sabía.

Pero su miedo era abrumador, lo cegaba, y no conseguía hacer más nada que mantenerse callado.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora