🌑Medíocre☀️

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Hoseok sentía su cabeza revuelta.

En muy poco tiempo habían ocurrido demasiadas cosas que lo abrumaron.

¿Qué se supone que debe hacer ahora?

Sentía su cuerpo tenso, y la inquietud en su sistema le hacía temblar.

El silencioso hogar tampoco ayudaba.

Jungkook había ido a buscar a Jungshin a la escuela, y él se había quedado solo en casa.

Por alguna razón, se sentía indefenso, vulnerable.

Siempre era así, pero hoy estaba siendo demasiado opresiva esa sensación.

Soltó un suspiro, y miró hacia el corredor de la enorme casa.

Pensó en darse una ducha, tal vez eso calmaría su cuerpo tenso.

Se tomó el atrevimiento de ir a la ducha de Taehyung, después de todo, era la única de la casa que tenía una bañera, y él de verdad necesitaba relajarse.

Colgó su toalla blanca sobre uno de los percheros en el baño, y procedió a deshacerse de su ropa.

El agua de la bañera era tibia, y la espuma del jabón de rosas que había colocado con antelación casi sobresalía por los bordes de mármol.

Se hundió hasta que el agua cubrió sus hombros, y suspiró profundamente al sentir su cuerpo más ligero.

¿Se le permitía admitir que se sentía miserable?

A este punto, Hoseok pensaba que su vida era una clase de broma para él.

Todo lo que acontecía era ridículo y casi irreal.

Él no tenía idea de qué hacer, no tenía a dónde huir o esconderse.

Quería dejar todo atrás.

A Taejin y sus ataques de locura; a Taehyung y su preocupación, a Jimin y sus preguntas, a Jungkook y su insistencia.

Quería abandonar todo eso, porque era demasiado para él.

No estaba estable de ninguna manera, y aunque todo a su alrededor se estuviera convirtiendo en un huracán que amenazaba con destruirlo, él debía mantenerse tan fuerte y sólido como un búnker.

¿Por qué?

La razón tenía nombre y apellido.

Kim Jungshin.

Si Hoseok no había tirado la toalla, era por su pequeño angelito. Su único motivo de vida.

A veces lloraba tanto, deseando atentar contra su vida para acabar con todo. Pero luego recordaba a su hermoso hijo, lleno de vida y felicidad, lleno de esperanza y amor. Todo eso, conseguía que Jung retrocediera.

Siempre pensaba que podía aguantar, solo un poco más por su hijo, cuando este supiera defenderse y sobrevivir sin él, sabría que sus esfuerzos habían válido la pena.

Eso era lo único que buscaba.

Ver a su hijo crecer y convertirse en un hombre de bien era lo único que Hoseok quería de esta vida, ya cuando esto se cumpliera, podría echarse a morir sin ningún arrepentimiento.

Todo estará bien, mientras Jungshin esté bien.

Su vida le pertenecía a su hijo, y aunque intentara mantenerse cuerdo, no conseguía aferrarse a nada.

Por un ingenuo segundo, creyó que podía aferrarse de Jungkook, pero rápidamente, se negó a hacerlo.

Jungkook podía ayudarlo, por ahora...

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora