🌑Tú Puedes☀️

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—Tu nuevo celular.

Taehyung le extendió el aparato, con un gesto distante e incluso molesto.

Hoseok miró el teléfono, antes de tomarlo en sus manos.

—Gracias, pero no debías-

Aunque Kim lo interrumpió, moviendo una de las sillas, consiguiendo que chirríara contra el suelo de madera. Tomó asiento, y acomodó su saco sobre su cuerpo, mirando expectante al castaño frente a él.

Aspiró de forma pesada, e inquirió exactamente lo que quería saber:

—¿Qué fue lo que sucedió?

Hoseok pareció no procesar la pregunta, ya que solo balbuceó un distraído:

—¿Eh?

—¿Qué pasó exactamente como para que Taejin rompiera tu teléfono? –Aclaró el rubio, frunciendo su ceño ante la simple mención del nombre de ese bastardo. —¿Solo hizo eso, no es así? ¿No te golpeó ni nada, no?

—¡No, juro que no lo hizo! –Se apresuró a contestar, nervioso.

Conocía muy bien a Taehyung, y sabía lo que era capaz de hacer si se entera que Taejin volvió a ponerle una mano encima.

Era mejor evitar problemas.

—É-él solo se enojó porque vio que Jungkook me estaba enviando mensajes. –Explicó, y ahora le tocó bajar su cabeza avergonzado, cuando escuchó al moreno bufar a su espalda.

Porque sí, en todo momento, Jungkook estuvo presente en la conversación.

—¿Perdona? ¿Está imbécil o qué le pasaba? –Replicó el pelinegro, de brazos cruzados.

—Es imbécil, Jeon. –Aseguró el rubio, negando con su cabeza.

Taejin tenía un largo historial de conductas inaceptables y absolutamente desagradables, por lo que Taehyung no parecía sorprendido de algo tan “pequeño” como lo era romper el celular de Hoseok.

Y sí, eso le parecía “pequeño”, porque había visto cosas peores venir de parte de su maldito hermano mayor.

Pero para Jeon, quien no conocía muy bien los detalles, el simple hecho de que haya roto el celular del castaño, ya era suficiente para alterarlo por completo.

Y mientras veía a Hoseok, y pensaba en las atrocidades de ese tal Taejin, más se preguntaba cómo carajos Jung terminó ahí.

—Ya veo, claro que sí. –Musitó, asintiendo lentamente. —¿Qué carajos le importa a él si te envío un mensaje? –Cuestionó esta vez de forma amarga, mirando inquisitivo a Jung.

Sin embargo, mientras el castaño mantenía su cabeza gacha, avergonzado por la situación, Taehyung se apresuró a contestar por él:

—Es un jodido obsesivo de mierda. ¿En serio no crees que se volvería loco por algo tan ridículo como un mensaje? Por supuesto que sí, te lo he dicho, ese bastardo es un maldito enfermo lunático.

Kim soltó su absoluto desprecio al que compartía su sangre con cada jodida palabra que salía de su boca.

Si antes no había quedado claro que odiaba a ese bastardo, pues que se notara ahora.

¡Lo odiaba con toda su maldita vida!

Jeon negó, tomando un prolongado suspiro para mantener sus ideas en orden.

Esta situación era abrumadora.

—¿Por qué Jungshin estaba llorando? –Interrogó hacia el padre, quien de inmediato se encogió en su asiento, al escuchar el tono grave que utilizó Jeon.

Jungkookie HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora