Capítulo 24:
Ciara.
Manejaba hacia el edificio. Anoche, al regresar de cenar en un restaurante lujoso en una terraza, Antonnio me folló de una manera diferente. Más salvaje, más sensual, su cuerpo y el mío, ambos sudados, temblaron en conjunto cuando alcanzamos el éxtasis bajo las sábanas.
Mi cuerpo recordó cada uno de los movimientos de sus embestidas mientras estacionaba la camioneta, me fue inevitable no sonreír ante el recuerdo de sus gemidos.
No fue una follada ordinaria, él había venerado cada parte de mí, pero sin romanticismo, era su deseo carnal en su máxima expresión, instinto animal cuando no me dejó descansar aun después de haberme hecho correrme dos veces. Era el morbo al tenerme expuesta tocándome mientras él veía hincado frente a mí al masturbarse.
Me reclamó, con sus manos, su lengua y sus dientes. Todo él se entregó también. Me poseyó y...me marcó. Esta mañana encontré dos pequeñas mordidas, una en mi pecho y una en mi entrepierna.
Sonreí cuando salí del elevador hacia la sala de juntas donde habían citado a su nueva integrante. Yo.
—Bienvenida, bella —habló Carlo cuando entré, Antonnio ya estaba ahí, con esa mirada que me hacía arder el cuerpo mientras fumaba.
El mafioso del tatuaje en la cara extendió el contrato que llevábamos tiempo posponiendo para firmarlo y el té que me gustaba cuando me senté. Asentí en agradecimiento y bebí, él me miró y guiñó el ojo, mi cuerpo reaccionó inconscientemente haciendo que apretara un poco las piernas al estar sentada.
Antonnio me sonrió cuando arrastré la mirada hasta él, letalmente guapo y con un traje impoluto. Fue como si él también estuviera recordando lo que ocurrió anoche cuando apagó las luces y dejó que la luz natural de la lampara plateada cubriera nuestros cuerpos en tonos fríos.
Mis manos temblaron un poco cuando Antonnio dijo con voz sedosa:
—Léelo, mia principessa. Tomate tu tiempo.
Ambos asesinos estaban del otro lado de la mesa, trajes caros, perfumes ricos y sus miradas filosas sobre mí. Una habitación con una sola puerta, persianas cerradas y mi mente comenzó a imaginarlos...
Ambos estaban esperando mi firma. Esperando a que decidiera entregarme completamente a ellos para llevar sus negocios.
Carlo fumaba.
Antonnio bebía.
CONTRATO DE CONFIDENCIALIDAD:
Ciara Kendrick Garryton.
Accionista mayoritaria de:
Despacho legal "P&H"
Línea de hoteles "Caravaggio".
Accionista minoritaria de:
Restaurantes "El Tres de Oro"
Bares "Inferno"
Y otros.
Tiene prohibida la discusión de los negocios (cualquiera en los que esté involucrada)
-Linea de hoteles.
-Restaurantes.
-Bares
-Empresas pequeñas de manufactura.
-Subastas de arte.
Con cualquier persona que no esté dentro de la asociación La Famiglia dei Diamanti y Asociados.

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Los Pagano [EDITANDO]
RomantikBusqué ayuda en él. Pero encontré algo más. Los encontré a ellos. O ellos a mí. Un golpe de suerte de algo que estaba prohibido, pero que me hacía querer más y más. Su pasado no me hizo alejarme aun sabiéndome en peligro. Su pasado me hizo encont...