-Quiero que doblen la seguridad. Que nadie entre y salga sin identificarse- Rasmi ponía en orden los últimos detalles de la finca
-Permanezcan juntas todo el tiempo. Sin sus hermanos aquí, cualquier cosa podría ocurrir. Es mejor que renuncies a tener el cabello largo un tiempo hasta no capturar a ese depravado- abracé a Marjie temerosa de lo que le ocurriese
-Mamá, ya soy casi irreconocible por todas las cosas que llevo puestas a parte del uniforme. Además, mis hermanas son muy capaces de ayudarme así que deja de preocuparte-
-No lo haré. Soy su madre y ustedes son mis tesoros eso significa que si algo les ocurre, voy a tener que meterme y no será agradable- las tres estaban serias
-No se preocupe señora Miriel, yo las llevaré y las traeré a todas partes.- nuestro cochero William era quién se encargaría se la seguridad de las niñas
-Nadie pondrá un dedo sobre ellas mientras estemos todos preparados.- Gina le entregó su sombrero a Marjie
Las niñas tenían que ir al colegio y la desesperación llenó mi pecho. Estaba furiosa y este sentimiento no desaparecería hasta que no atraparan a Louis Banner. Si tan sólo Newton estuviera aquí seguramente lo cazaría hasta matarlo pero en su ausencia, todos en la finca se pusieron manos a la obra para realizar ese trabajo.
-No te preocupes, iremos a poner la denuncia para que todo el mundo sepa que ese psicópata anda suelto. Ahora regresa a la cama, yo me encargo- tratando de tranquilizarme, Rasmi pidió que confiara en el
-Lo quiero muerto. Si tan sólo le pone un dedo a alguna de mis niñas te juro que...- sabía que mi rabia hacia flotar los objetos alrededor por eso el constante apuro por mandarme a descansar
-Ismael, Felix, vamos a buscar a Oliver. Polly te ruego le des algo para tranquilizar sus nervios. El vidriero llegará en dos horas, tienen tiempo hasta entonces-
-Si señor. Váyanse o llegarán tarde!- Polly me llevó del brazo mientras todos se iban
-Estarán bien...bien- en tanto subía las escaleras, sentía como el pecho me apretaba
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Matrimonio por Conveniencia
RandomHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...