El colegio retomó la enseñanza atrasada y con el fallecimiento de varios alumnos en la masacre, algunas aulas estaban vacías por lo que se recurrió a unir clases para paliar la falta.
Luego del memorial en honor a los caídos, se procedió a la normalidad. De milagro, la tía Ray encalló su barco en el puerto al otro lado de la montaña para dejar a Frank y Sirin antes de irse al imperio. Dejando atrás chucherías y fastidiando a papá, se fue no sin antes advertirnos sobre los clérigos.
Ningún cura o religioso sería bienvenido a la ciudad de Hazel puesto que luego de la reunión vecinal de ayer, todos se enteraron del asesinato del obispo Salazar. Además, casi todas las mujeres habían optado por adherirse al aquelarre de mamá y al ser brujas, tener de enemigo a psicópatas que anhelaban revivir un monstruo, bastó para que se aprobara la moción.
Para cuando me quise dar cuenta, el aroma desbordante a lavanda y rosas cubrió el colegio proveniente de las amigas de mis hermanas que se volvieron wiccas mezclado de otro olor asqueroso venido de quien sabe dónde y que me desesperaba.
En el almuerzo, todos me sonreían entredientes pues Paulette no paraba de darme de comer como un niño y en la clase de mecanografía, me arrojaban bolas de papel.
-Newt!- Paulie me empujaba
-¿Es necesario que hagan esto? Me estoy hartando- me quejé
Había más mujeres que hombres y parecía que yo era el blanco perfecto para la burla. Al entrar la profesora, todas se detuvieron cuando un familiar hedor putrefacto invadió mi nariz.
Elvis que estaba sentado adelante, olfateó lo mismo y moviendo su cabeza señalaba a alguien.
Teniendo muchos asientos disponibles, una joven de cuarto año, se sentó junto a Paulie y le hizo charla. Su comportamiento pareciera normal pero su presencia me estaba cabreando. Hablaba de moda, maquillaje y tendencias en el teatro excepto que de improviso, volteó el tema a lo personal. Familia, amigos y si conocía los chismes actuales sobre la princesa desaparecida.
De repente, tomó la mano de Paulie y se puso a masajearla de modo sospechoso para flirtearle descaradamente. Ansié apuñalarla con la palanca de metal por querer seducir a una mujer ajena cuando Paulie la apartó.
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Matrimonio por Conveniencia
De TodoHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...