El eslabón más fuerte de la cadena

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Parada en el río y rodeada de siete brujas del aquelarre de Miriel, Charlotte recibía su mesa para usar su mediumnidad.

Parada en el río y rodeada de siete brujas del aquelarre de Miriel, Charlotte recibía su mesa para usar su mediumnidad

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Las brujas apoyaron sus manos sobre su cabeza mientras conjuraban y la empujaban bajo el agua. Tenía que resistir el ahogamiento forzado si buscaba despertar por completo pero sus ganas de salir, la hacían retorcerse.

-Qué se vaya la amargura y venga la alegría, aquello que resta se borre y venga lo que multiplique, lo que duela desaparezca y continúe lo que cura. Fuera lo malo, que entre lo bueno. Así como lo decretamos, así lo creemos-

El tiempo se detuvo con la réplica de las mujeres y Charlotte pudo ver como aquello que le rodeaba, se volvía fugaz. Percibía como las luces de las veladoras se movían a alta velocidad y el agua se sentía como si fuera un muro aplastante que fue empujando con su voluntad para poder salir.

Sin rendirse, notó cientos de manos ayudándola a empujar y la pared de agua salió disparada por el aire. Las brujas se alejaron al ver como Charlotte permanecía humeante sobre un charco.

Volteó la mirada nerviosa en varias direcciones porque estaba siendo capaz de discernir entre los vivos y muertos presentes.
Junto a Nimue, se hallaban parados su difunto hermano mayor y su madre que vinieron a decir adiós. En tanto con los demás, sus seres queridos se presentaron para darle la bienvenida.

Si bien estaba muy temerosa, se dió valor para no caer en pánico por las voces que invadieron su cabeza y los orbes luminosos que volaban a su alrededor. Estaba viendo exactamente el mundo como Nimue lo hacía; lleno de una vida más allá de la imaginación.

Con ayuda pudo levantarse pero reponerse, le llevaría un tiempo hasta que se acostumbrara al cambio.

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Al día siguiente y llegando a Clover, la tía Rayden disfrutaba del viaje bebiendo vino.

**Al día siguiente y llegando a Clover, la tía Rayden disfrutaba del viaje bebiendo vino

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-No princesa, esa caja no se abre hasta llegar a casa. Si quieres, puedes jugar con las maletas- impidiendo a Nim abrir el baúl con las cabezas de varias brujas, la instó a entretenerse con otra cosa

*Frium!*

Por la ventana, un zorzal ingresó aleteando hasta posarse en la barra. El ave saltó frente a la tía para extender sus alas dejando al descubierto una diminuta mochila pegada a su cuerpo.
Sacando el contenido, una carcajada asustó a Norbit que estaba sentado a su lado.

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