Tenía que terminar de arreglarme para la cena y al entrar al cuarto otorgado por Sid, casi pego el grito al ver joyería de zafiros y diamantes e incluso objetos de valor, siendo guardados a las apuradas en la valija.
-¡Corazón!- fingiendo que no pasaba nada, Rasmi volvió a las andadas
-¡Desgraciado!, ¡devuélvelo! ¿Acaso quieres que nos encierren?¡Solo a ti se te ocurre robarle a Sid!- susurraba para no gritarle
-Ella no los está usando. Solo mira lo excelso del diseño, resaltará tu belleza!- no conocía la vergüenza
Siempre que salíamos hacía lo mismo. Ya sea en tiendas, restaurantes o hasta a extraños en la calle. Con seguridad regresaría a casa con alguna cosa costosa como joyas, dinero, lo que sea que le llamara la atención que si no me los regalaba, se lo daría a los niños como juguetes o premios a los empleados.
La vez que robó el reloj de nuestro consuegro, tuve que dárselo a Newton para que lo devolviera y que no quedara mal con Bryton.
Sabía que era un ratero, pero no fue precisamente para que continuara robando que nos casamos.
-Regrésalo en este instante.-
-Cariño, no discutamos con esa mocosa presente- al girar, vi a Sid sentada en el sofá
-¡Mierda!-
-Interesante. Te robaste solo objetos valiosos de mi joyero. Oh! El juego de La Rosa del Desierto y..., ¿dónde ocultaste la Pulsera Eternal Flame y la Tiara Morning Glory?- revisando la valija, Sid verificaba lo usurpado
-¡¿Rasmi?!- me impactó lo que se llevó dentro de las mangas de su abrigo
-¡Me tendió una trampa!- empezó a quejarse luego de lo que hizo
-Te devolveremos todo. Rasmi, no saldrás impune- estaba furiosa
-Quédatelo, tengo más aunque...el collar La Rosa del Desierto, es un regalo que únicamente se le ofrece a una princesa o consorte real.- dejó en claro a quien pertenecían
-Dios! Disculpa al atrevido de mi marido pero no necesitamos esto. Siento mucho que se haya metido a tus aposentos y tomara las joyas de tu madre- quería ahorcarlo
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Matrimonio por Conveniencia
De TodoHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...