El día de ayer en el astillero Kingsleigh CO., del puerto imperial, la emperatriz Sidonie reunió a todos los almirantes de su armada para hacerles entrega de sus nuevos navíos.
Productos de la más alta ingeniería, dieron a luz a la fila de corbetas, torpederos, destructores, fragatas y guardacostas de una envergadura tal, que los países en guerra caerían ante el primer despliegue de los cañones. Con sólo imaginar lo que estás máquinas metálicas podrían causar en altamar, daría pie a numerosas pesadillas sumado a la bestia que le fue entregada a Rayden.
El Neptuno, era el crucero acorazado mejor blindado con la artillería de grueso calibre más dañina que se haya visto a la fecha. Cualquiera que estuviera de frente a este monstruo, no sólo dudaría, también cuestionaría su fabricación por parte del imperio.
La razón tras su construcción era demasiado simple para aquellos que vieran más allá; una invasión vía marítima a gran escala en un par de años.
La entrada a la guerra entre dos países hostiles tanto política como religiosamente llegó en el momento exacto, pues sería usada como excusa para conquistar territorios y solidificar al imperio en términos geopolíticos. Menuda estupidez por parte de Clover y Moonbow subestimar a alguien quien creían neutral pero que por debajo, estaba planificando exterminarlos en silencio usando sus colonias.
Desde que los espías informaron sobre el asesinato del embajador de Clover, los funcionarios imperiales enviaron la orden a sus países aliados para preparar sus ejércitos con tal de derribar a Clover y Moonbow en la frontera. La batalla se extendería hasta otras tierras y ese acto, obligaría al enemigo a pelear contra un inesperado tercero.
La marina se encargaría de resguardar el mar y el océano rodeando lentamente a los moonbowenos que se decía, contaban con varias flotas mercantes y galeones. Los cloverianos en cambio, habían invertido en las avionetas que fueron traídas del nuevo continente apresuradamente pero que les costaba pilotear.
Conociendo sus armas, es que Sidonie fraguó una estartegia basándose en "sentarse a esperar". Los generales y almirantes sólo necesitaban la orden de la emperatriz para avanzar mientras, solo serían la bota que pisaría a una hormiga al mínimo cambio.
-¿Puedo ir contigo en tu nuevo barco?- Nim tocaba los lanzatorpedos
-No tesoro, quizás en otra ocasión. Te divertirás en mi ausencia con tus juguetes y en el palacio con Sidonie- Ray la cargó para abrazarla
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Matrimonio por Conveniencia
DiversosHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...