Paola huía despavorida tratando de regresar a Clover cuando una flecha, le atravesó el hombro.
El dolor, hizo que su pensamiento se hundiera e intentando sacarse el objeto, lo rompió en pedazos. La sangre abundante manchó su ropa y corriendo mientras presionaba su hombro, advirtió como los pedazos se juntaban para contraatacarla nuevamente pero como un machete.
-¡¿Qué clase de magia es esta?! ¡Imposible!- pese a bloquear una estocada directa a su cabeza, el machete danzaba alrededor
Para complicarlo, tres cuchillos llegaron volando por detrás. Rodeada, maldecía el haberse infiltrado en el territorio de la Gran Madre Shipton sin conocer que contaba con varios carniceros.
-¡Grwww rawfff!- el ladrido de los perros estaban próximos
-¡Jajaja!- las espantosas risas de los niños con ojos rojos, la enloqueció
Vislumbró entre los árboles a la niña de pelo negro que manejaba dos cuchillos con magia y la de su compañero, que cargaba una guadaña para echarse a correr.
-¡Asquerosos Thermesos, aunque muera, mi señora los exterminará cuando recupere su fuerza!-
-Eso es lo que queremos. Si sale a jugar, nos ahorrará tener que ir tras ella. Ansíamos, llegue el día en que le arranquemos el corazón!- la apacible voz de Ares, sonó tenebrosa
-Yo que tú, no iría más allá. Ella es más perversa que nosotros, ¿cierto, tía Ray?- señalando el oscuro bosque, Jordie daba la bienvenida al diablo
La imagen de la cabeza de su hermana Bianca siendo sacudida como una bolsa de papas, hicieron enfurecer a Paola.
-¡Fiu fiu!- silbando, Ray llamaba a quien controlaba el machete para que se lo diera
-Esa cosa...- el machete no tenía magia persé, más bien, la energía que emanaba era similar a la de un dios
-Cámbiale, me gustan más los arpones- mencionando dicha solicitud, el arma en sus manos, mutó su forma
Ya no había escapatoria. Paola se volvió la presa de un grupo de depredadores sedientos de sangre.
Horas antes.
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Matrimonio por Conveniencia
De TodoHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...