Harta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente.
-Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...
-Qué horror!- Paulie quedó consternada al ver a la bruja Schelling atada a una camilla mientras era operada por Elvis
-Como verás, esta es mi segunda profesión y si no puedes tolerarlo, mejor acabar aquí- la traje a nuestro escondite porque seguía insistiendo en que la estaba engañando
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-Se la pasan matando gente?!-
-Ellas empezaron y si Newton no las hubiera liquidado, lo estarías lamentando- con bisturí en mano, Elvis le señaló el viejo periódico en la mesa
La primera plana describía la misteriosa desaparición de Corina Banner y su hijo. Aún con eso, ella continuó en shock sin entender nada.
-Si deseas que sigamos juntos, deberás aceptar que a veces me ausentaré por este tema. Puede que tenga que salir por alguna urgencia ya sea por cazarlas o por mi trabajo como médico. También está el hecho de que pienso hacer que nuestros hijos continúen con esta macabra tradición para evitar que causen estragos-
-Nuestros hijos?!- se espantó
-Paulie, sabes por qué te traje aquí? No es solo para que aprendas mi afición personal, más bien para que conocieras la parte más oscura de mi. Te quiero pero si esto es un problema para ti, me temo que lo nuestro no va funcionar- tomándola de los hombros, la empujé frente a la camilla
Sinceramente no buscaba amor pero ella me agradaba. Lo mismo decía mi padre de mi madre y por un ataque de nervios acabó asesinándola. Si tan solo ella hubiese sabido todo desde el inicio, tal vez seguiríamos siendo una familia de carniceros en los barrios bajos.
No pretendía meter a nadie más en este negocio de muerte a excepción de Elvis que juró guardar el secreto pero en el caso que Paulette Kiendili no se opusiera a mantener esta retorcida relación, me daría la oportunidad de redimir la culpa de no haberle dicho a mi madre que hacíamos en el sótano con mi padre en en aquel tiempo.
-Si...si esto es a lo que te vas a dedicar, quien me asegura que no haces otras cosas? A cuántas chicas les habrás propuesto lo mismo y se negaron? Tu eres un....- entendí su enojo
-Eh?! Pero si eres la única a quien se lo mostró. Comparadas contigo, nadie se ganó su confianza además el no es tan amable con nadie salvo con nosotros. Créeme, el tiene un carácter de mierda pero de que su palabra es de fiar, de eso no hay duda- Elvis se le quedó viendo
-Eres la primera y la última chica que pienso traer. Hasta pensé seriamente en ser casto toda la vida puesto que nadie soportaría vivir con un loco como yo. Si me aceptas, no esperes que cambie mi estilo de vida más si te prometo, que no pienso engañarte con algo tan serio como esto de nuevo.-
-Me lo prometes?-
-Estaré contigo hasta mi muerte y te protegeré de cualquier bruja o demonio que ose perturbar nuestra tranquilidad. Jamás miraré a otra mujer o te traicionaré. Te doy mi palabra que será así, entonces Paulette...te casarías conmigo?- de lejos sería un matrimonio más por conveniencia mía que de ella
