-El señor amaneció enfermo y no podrá acompañarla en el desayuno- León se disculpaba en nombre de su maestro frente a Mika que acababa de llegar de quien sabe dónde
-De verdad? Ya llamaste al médico? Eso le pasa por andar bebiendo sin control! En cuanto al desayuno, solo traémelo a la habitación, tampoco me estoy sintiendo bien- Mika fingía preocupación antes de administrar la última dosis del Aqua Toffana esa noche
-El señor no toma tanto como cree y con respecto al médico, llegó hace media hora pero no pudo detectar la causa del malestar. Sugirió volver a llevarlo al hospital para...-
-Patrañas! Lo que tiene Damian se llama abstinencia por alcoholismo. Le quitamos todas las botellas de whisky pero insiste en seguir bebiendo por lo vicioso que es!- tal declaración dejó consternado a León que conocía mejor que nadie a Damian
-Le diré al médico que se retire entonces-
El médico se despidió de León y este ordenó que sirvieran el desayuno a su señora sin demora. Mika se mantenía encerrada dentro de su habitación revisando los documentos del seguro y la herencia para su posterior reclamo preparando también la solicitud de autopsia para desviar las sospechas. Exigió silencio y que nadie la molestara bajo ningún concepto por lo que no se dió cuenta de que los empleados desaparecieron a la cocina porque había una visita un tanto peligrosa para su integridad.
-Si quieren sacársela de encima les pido cooperación. Su declaración testimonial es lo único que pondrá contra la pared a Mikaela Tuk y les asegurará el pago de resarcimiento por daños. Entonces, dónde estábamos?- el abogado Spector bebía su café con crema
-Le diremos todo lo que hizo la señora porque no queremos morir!- una de las mucamas temblaba aterrada
-Las amenazas no funcionan conmigo ni mis clientes. Ninguno de ustedes saldrá herido si muestran predisposición para declarar en su contra en el juicio. En caso de que ocurra lo imprevisto, recuerden cada cosa que dijo e hizo como pruebas del crimen. En cuanto a la sirvienta asesinada, sin un cuerpo será difícil sumarla al caso pero veré que puedo hacer-
Jonathan Spector era un abogado despiadado e incapaz de ir contra su cliente mientras este le págase. Su fama de ser alguien insobornable e incorruptible a la hora de hacer flaquear a los demandados para ganar un juicio, lo hicieron merecedor del título del "Abogado del Diablo". Nadie quería ser interrogado o tenerlo en su contra y preferían no cruzarse por su camino para no tenerlo de enemigo.
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Matrimonio por Conveniencia
DiversosHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...