Harta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente.
-Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...
Khim estaba en cólera por la pérdida de sus legiones y sacerdotisas pues lo debilitaron.
Para remediarlo, expulsó una niebla roja de su cuerpo para mostrar su poder. El miasma fue contaminando el terreno hasta carcomer los cadáveres en los alrededores y crear linches.
Los centenares de ojos hambrientos de esencia, anhelaban exterminar al joven que no se inmutaba y que más que prepararse para pelear, se limitó a mirarlo confundido.
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Usando a Arthur de señuelo, sus compañeros terminaban el sigilo en tanto Gal, trataba de purificar el miasma para evitar que los consumiera usando el escudo. Mientras, Aquafina y Romario luchaban con los linches.
Sin percatarse de aquellos a sus pies, Khim destrozó las columnas que sostenían su fortaleza para derrumbarlo y forzar a Arthur a bajar. Khim estaba harto y al verlo saltar entre los escombros para escapar, le lanzó fuego fallando por la aparición de varios Arthurs que brincaban para rodearlo.
-EL CATALEJO DE MORFEO...BASTARDO! APRENDISTE A USARLO!!!-
Varios espejismos de su enemigo, lo enfurecieron más y levantando vuelo para incinerarlo desde el aire, fue detenido por una pared invisible.
El sigilo estaba siendo conjurado en un muro mágico que fungía de jaula de contención temporal, antes de abrir la Puerta del Vacío. Notando el inconveniente, miró abajo para toparse con Morgaine y Merlín recitando dentro del domo creado por Gallahad.
-¡¡¡¿QUIEREN ENCERRARME?!!!-
Perdido en sus pensamientos por un momento, Arthur reflexionó sobre su error al atraerlo hacia sus camaradas.
-MUERAN!- con zarpazos, fue rompiendo el muro incompleto
-¡Hey, tu oponente soy yo! ¡Trost!- queriendo llamar su atención, blandió a Excalibur para golpearlo empero, fue arrojado contra los escombros
Un rayo terminó por destruir hasta la desolación, lo que fue su fortaleza y el Bastión mientras giraba en 360° para escapar.
Un mar de fuego cubrió la tierra y dentro del escudo sagrado, los Aragon resistían a duras penas la arremetida. Los linches se levantaron entre las llamas para pelear contra ellos.
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