En la finca Fénix, los empleados cargaban sus escopetas vigilantes de los intrusos cuando William llegó cabalgando presuroso.
Benicio se hizo eco del motivo tras abandonar su misión y furioso, entró a buscar a Polly para enviarlo de regreso.
-Háganlo cuidadosamente, mientras termino con el auditor- Rasmi contenía su rabia ante su gente
-Si ese malnacido está viniendo para acá, déjenlo pasar. Que crea que nada lo va detener para poder agarrarlo!- Polly impartió las órdenes a los empleados de la casa
-Calculando el tiempo que le tomará cruzar los maizales de los Thompsom y los trigales de los Zenzi, estará aquí a más tardar al atardecer para cuando regresen las niñas- Benicio recargó su revólver
-Haré vigilancia de la casa, ustedes permanezcan en las murallas. Si la señora despierta, es capaz de hacer volar todo a su paso arrastrándonos y hay que evitarlo- Lerna les dió a sus compañeros otra misión
Cada quién tomó su lugar aguardando la aparición del personaje más aborrecido por toda el vecindario de agricultores y criadores.
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Louis se dirigía rumbo a los olivares de los Nimrodel luego de robar un corderito a una granja, pero el camino se hallaba lodoso y con pozos de agua creados por las últimas lluvias de verano. Había cauterizado la herida quemándose para detener el sangrado y con vodka, desinfectó otras áreas de su cuerpo que fueron fuertemente dañadas al caer entre las rocas al soltarse del carruaje para no atrasarse en su cometido.-Marjie, ya casi estoy contigo. Debo eliminar a los estorbos para que seas mía!- sacando una vieja y arrugada foto de su bolsillo, se sentó sobre una piedra para admirarla
Creyendo que contaba con tiempo, se quitó los pantalones y se autocomplació con el animalito mientras tocaba la fotografía. Su obsceno comportamiento escaló hasta la perversión y quien lo viera, gritaría horrorizado.
Ya había planificado que haría al llegar a la finca, desde matar a algunos empleados hasta masacrar a quien creía era la responsable directa de alejarlo de su "amada" Marjie; su madre Miriel. El odio acérrimo que le tenía era de tal magnitud, que ansiaba descuartizarla frente a su hija para que fuera testigo de cuanto se preocupaba por su bienestar deshaciéndose de la molesta figura que les impedía permanecer juntos.
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Matrimonio por Conveniencia
RandomHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...