-Mira Newton, cuantos cadáveres!- Ares recorría las mesas de autopsia
-Niño, estamos aquí para que aprendan no a turistear. Pedí explícitamente que me dejaran el mejor cuerpo para estudiarlo y eso haremos-
El tío Orbis nos había traído hace quince días y por dos meses, antes del inicio de las clases oficiales para aprender todo sobre la muerte. Llegamos dos días después de la ejecución de la bruja Mika cuyo cadáver calcinado fue dejado hoy sobre la mesa para ser analizado.
Los estudiantes del tío estarían llegando en tres horas y hasta entonces, nosotros manipularíamos los cuerpos a gusto pero había un problema...
-Jovencito, si no tienes la resistencia para soportar permanecer aquí, puedo enviarte de regreso a tu casa- Elvis se agarraba de la puerta tambaleándose
-Estoy bien, en serio!-
Cuando papá y el tío fueron a solicitar el pase para las clases extracurriculares en Clover, el director estaba reunido con los Vandergeld. Al enterarse que me iría de viaje al extranjero como practicante, Elvis se metió en la conversación para exigir a sus padres el estudiar conmigo.
El muy ingenuo se involucró en algo a lo que no estaba habituado al decir que estudiaría para volverse médico y dejar que su hermana estudiara economía. No resultaba convincente pero al ser un hijo mimado, accedieron a sus caprichos.
No se si era envidia o deseos de superarme, pero Elvis no estaba hecho para esto. Los libros que leíamos en la casa del tío le quedaron cortos, al verse rodeado de una docena de fiambres fríos.
-Hasta mi hermano menor puede mantener la calma. Ven aquí o lárgate!- su actitud era cuestionable
-Ya me acerqué!-
-Me sostienes esto, gracias!- el factor sorpresa llegó de Ares que le entregó algo
-Ahh!- arrojó lejos la mano cortada
-Dejen de jugar y recojan eso. Si me vuelven a cabrear, los pondré a lavar los cadáveres. Ahora ajusten sus delantales y lupas. Espero hayan estudiado y no sólo tuvieran los libros de adorno!-
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Matrimonio por Conveniencia
CasualeHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...