Harta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente.
-Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...
Los tripulantes del Kraken pensaban que estaban ante bestias desalmadas e invencibles que lograron herir de gravedad a su capitán.
El capitán Morgan había recibido una paliza que incluso el escudo mágico que la rodeaba fue incapaz de protegerla. Ni siquiera la magia del grimorio podía hacerle frente y la ayuda de su sobrino se cortó de golpe para dejarla a la intemperie.
A punto de perder la esperanza, vieron como dos balas impactaron de sorpresa y derribaron en un terrible dolor a una de las brujas.
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El fuego que los rodeó hacía un instante, acabó volviéndose en contra de quien lo controlaba para que las llamas comenzaran a consumirla. Su compañera estaba por tomar represalias buscando a quien osó atacarlos cuando vió llegar a un hombre con el aspecto de un mercenario pero con un aura macabra alrededor.
La criatura que estaba dispuesta a hacerle frente, de repente se echó para atrás en pánico al experimentar la sensación de muerte que emanaba un iracundo Newton, que no dudó en balancear los cuchillos entre sus dedos como si de un juguete se tratáse.
Tenía miedo y los nervios causaron que empezara a correr con tal de escapar de un asesino que a todas luces, la veía como a una presa fácil.
La cautela y tranquilidad con la que se desplazaba Newton, dejó la imagen errónea a los espectadores de que esta clase de cacería de brujas era sólo un gaje en su oficio cuando en realidad, hoy era la primera vez que enfrentaba una abominación de tal magnitud y escogió practicar para aprender en la marcha.
*Fiung fiung*
-Arghh! No....-
En un intento fallido por escalar la pared, dos cuchillos se clavaron en la pierna de la bruja.
-Haré que sientas toda mi ira....ahh!- sacando otro cuchillo, se lo clavó en la espalda.
Usando su cabello, la bruja quiso apartarlo pero con una voltereta lateral, Newton esquivó el latigazo. El nerviosismo la descontroló cuando en vez de ir por ella, su contrincante sacó un cuchillo de cocinero y se acercó a su compañera que yacía retorciéndose en el piso envuelta en llamas. Sin palabra por medio, una estocada directa en el pecho la aniquiló hasta volverla una bola de fuego que se consumió hasta las cenizas.
-No...imposible!! Hiaaa!!!‐ al buscar extraer los cuchillos clavados en su pierna, estos le quemaron las manos
-Ah ah ah...eso no.- el viento se levantó de golpe para luego retirar con violencia los cuchillos que regresaron con su dueño
-Khami...jinn...tu...tu eres el carnicero de los dioses!!!- tragó saliva y se desesperó por encontrar una salida e informar del infame hallazgo al resto de sus compañeras
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