El fuego de artillería se desplegó en el campo de batalla. La orden del rey Sven era matar y morir por el país sin importar nada.
Enviando una escaramuza para capturar e invadir el marquesado Porci en Moonbow, la guerra se volvió sin cuartel cuando las mujeres entraron al combate usando escopetas y carros volcados para detener balas dirigidas y defender sus hogares. La cantidad de viudas y huérfanos se elevó drásticamente ante el asedio de los soldados que usaban las tierras robadas para el libertinaje.
Las ciudades y pueblos capturados, pasaron a ser el patio de juegos macabros para los cloverinos y muchos soldados escandalizados, dieron su baja deshonrosa y hasta huyeron a la nueva ciudad de San Lucciano.
El reguero de sangre no veía fin cuando una inesperada intervención, extinguió sus voluntades.
A días de iniciar el invierno, los ejércitos de Clover amanecieron bajo un velo de duda. Los prisioneros considerados trofeo, se esfumaron en sus narices. Enviando exploradores para hallarlos, no lo lograron como si se hubieran desvanecido en el aire. Tampoco los pobladores y los soldados enemigos aparecían porque literalmente, desaparecieron.
Ante el ominoso escenario, el rey Sven recibió una misiva tan ridícula como amenazante; Elsemere les ordenaba rendirse y proclamar a la emperatriz como su única regente al igual que lo hizo Moonbow. Debían abandonar cualquier intención de ataque a menos que deseasen formar parte de las pilas de cadáveres en las trincheras.
La obvia negativa de Clover no se hizo esperar y la respuesta del imperio, llegó esa noche.
Una táctica nocturna bajo la cubierta de la oscuridad para avanzar en medio del fragor de la batalla, fue organizada para exterminarlos.Como llegar primero a un lugar no era lo mismo que ocuparlo y controlarlo, los primeros flancos del ejército, sorprendidos, se enfrentaron a Elsemere a orillas del río Mneme que buscaban invadir el fuerte Camelot.
Para empeorar, una tormenta comenzó de la nada desbordando el río e inundando las trincheras. Al estar todo mojado y lodoso, el estilo de la afrenta cambió.
No era común un combate cuerpo a cuerpo por la dificultad del terreno y en el apuro de la confusión, los soldados se cubrían de los ataques con los troncos de los pilares para sobrevivir.
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Matrimonio por Conveniencia
AcakHarta de soportar a un marido infiel, una cuñada entrometida y a medio mundo que se puso en su contra, la condesa Miriel optó por planear un divorcio conveniente. -Ella y el conde son unas víboras háganme caso y empaquen sus maletas- planeaba sacar...