Uróboro

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Al bajar el equipaje en el vagón, Norbit salió del baúl.

-Me alegro que me hayas seguido pero...fuera de eso, cuida tu cuello. Hay brujas cerca, puedo olerlas- mirando a través de las cortinas, inspeccionaba el andén

 Hay brujas cerca, puedo olerlas- mirando a través de las cortinas, inspeccionaba el andén

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-Tía, entonces puedo dispararles?- este niño era muy ansioso

-No. Mantén las apariencias y quédate a mi lado pero no bajes la guardia. Tal parece que FruFru no tolera que Salazar me tenga en alta estima.- seguramente sus lechuzas nos seguirían

-Si tan solo pudiera usar magia para protegernos-

-Peque, no hace falta ser mago o hechicero para hacerles frente. Solo un dominio absoluto de las armas y una habilidad pulida con esfuerzo que te permita atraversarles el corazón sin piedad!- aplastando la fruta de cortesía del tren, le dí el ejemplo

-Sí!- me gustaba su entusiasmo

Norbit era muy activo y si ponía todo de sí, algún día podría superarme. Al contrario de su hermano mayor que era más emocional, el podía concentrarse de manera racional para atacar.

-Toma, úsalas a partir de ahora. Son municiones consagradas por Salazar. No solo derriba brujas, también demonios- recargué mi estuche de reserva por si acaso

Emocionado por el viaje, se sentó a limpiar su rifle mientras el tren arrancaba rumbo a Moonbow. A más tardar, debíamos llegar a la finca en cuatro horas y una vez pisara el extranjero, estas desgraciadas conocerían el infierno.

-La Srta Van Cartier vendrá a recibirnos, o enviará a alguien más?-

-No iremos a casa de Belphy, sino a casa de mi hermano jajaja!-

Haría que Norbit se entretuviera con mis sobrinos al llegar para dedicarme a tratar los negocios con Miriel

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Haría que Norbit se entretuviera con mis sobrinos al llegar para dedicarme a tratar los negocios con Miriel. Cerca del mediodía, el tren llegó a destino y al bajar las maletas, caras familiares nos saludaron. Eran Belphy con Phio en brazos, junto con Benicio y Lerna que nos ayudaron con las maletas.

-Cómo estuvo el viaje? Mi comadre dijo que vendrías sola pero trajiste un asistente- me dió a la niña para sostenerla

-Vino a practicar- la bebé era un encanto que sonrió al verme

Matrimonio por Conveniencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora