xv : the most idiotic person in the world

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Estaban cruzando el rio Potomac cuando divisaron un helicóptero negro

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Estaban cruzando el rio Potomac cuando divisaron un helicóptero negro.

Venus ya se había recuperado de sus heridas,pero aún conservaba el pitido en la cabeza que cada vez iba disminuyendo para su alivio.

-Han identificado la furgoneta-advirtió el hijo de Poseidón-Debemos abandonarla.

Zoë giro bruscamente el volante y giro al carril de la izquierda.El helicóptero les ganaba terreno.

-Quizás los militares los derriben-dijo Grover esperanzado.

-No creo que los militares sepan que monstruos milenarios conduzcan sus coches-dijo Venus-Deben de creer que son unos de los suyos.

-Son mercenarios-dijo Zoë con amargura-Es repulsivo,pero muchos mortales son capaces de luchar por cualquier causa con tal de que les paguen.

-Espera,¿saben que son monstruos?-dijo Venus sorprendida,a lo que la cazadora asintió-¿Y no tienen preguntas?Porque no creo que sea muy normal para ellos hacer tratos con monstruos que no han visto nunca antes.

-Por dinero harían lo que fuera.Os sorprendería lo fácil que se le puede cerrar a alguien la boca mostrando algunas monedas de oro.

Venus ignoró el hecho de que había dicho monedas de oro en vez de dolares.

Cómo podía la gente ser tan horrible?

-Además-continuó hablando Zoë-No se cuanto logran ver a través de la Niebla.

El helicóptero se acercaba cada vez mas.A aquel paso acabarían batiendo una marca mundial,mientras que ellos,con el trafico de Washington,lo tenían más dificil.

Venus vio como Thalia cerró los ojos y entrelazo las manos a su lado.

-Eh,papa,un rayo nos vendría de perlas ahora mismo.Por favor.

Venus ansiaba que Zeus la hubiera escuchado y los ayudara,pero vamos,era el dios de los dioses,el mayor arrogante que la semidiosa había conocido en su vida.Las probabilidades no estaban a su favor.

El cielo permaneció gris sin un solo indicio de tormenta,chafando las esperanzas de las dos semidiosas.

-¡Allí!-señaló Bianca de repente-¡En ese aparcamiento!

-Quedaremos acorralados-dijo Zoë.

-Confia en mi-respondió Bianca.

Zoë cruzó dos carriles y se metió en el aparcamiento de un centro comercial en la orilla sur del rio.Salieron de la furgoneta y bajaron unas escaleras siguiendo a Bianca.

-Es un boca del metro-informó-Vayamos al sur.A Alexandria.

Compraron los billetes y cruzaron los torniquetes,mirando hacia atrás por si los seguian.Unos minutos más tarde estaban a bordo de un tren que se dirigía al sur,lejos de la capital.

𝐔𝐧𝐭𝐢𝐥 𝐓𝐡𝐞 𝐄𝐧𝐝 𝐎𝐟 𝐔𝐬 ¹ | 𝐀𝐩𝐨𝐥𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora