pucheros |taekook omegaverse|

#61.

—¿Pasa algo, hyung?

Tae me mira, después arruga la nariz y niega.

—No...

—¿Seguro? ¡Al menos muévete un poco!  —le agarro de los hombros para sacudir su tieso cuerpo.

La música es muy buena, ¿por qué no está bailando? Un par de shots de tequila me han aligerado bastante.

¡Me siento muy bien!

El Alfa sigue sin inmutarse, de hecho, me parece ser que se encuentra observando a alguien a mis espaldas.

Giro el cuello para intentar obtener una pista, pero las masas de gente bailando no me dejan apreciar con exactitud; sobre todo porque no soy tan alto como lo es él.

Pero cabe recalcar que tampoco soy un enano, eh.

—¡Hey! —grito impacientando, un puchero apareciendo en mis labios. —Creo que necesitas un par de tragos.

Tae baja su mirada hacia mi, eso provocando que su cabello caiga maravillosomente por encima de su frente.

Oh.

Sus ojos se posan sobre los míos y dice, —No puedo. Alguien tiene que estar sobrio para manejar.

—Eso no es justo. Podemos llamar un taxi. —la idea de ser el único bebiendo es malditamente aburrida.

—No hay taxis disponibles a esta hora. —responde, sus ojos desviándose por una milésima de segundos por detrás de mi espalda.

¿A quién mira tanto?

El leve alcohol en mi sistema no se puede concentrar en dos temas al mismo tiempo, así que sigo la conversación:

—Podemos pedirle un aventón a alguien. —sugiero con un puchero malipulador. —Mañana regresamos por tu auto, por favoooor.

Tae sisea.

—¿Qué tanto quieres que me emborrache?

Sonrío.

—Solo lo suficiente para que bailes conmigo.

Asiente con la cabeza.

—Lo siento, creo que estoy siendo un poco aburrido. —confiesa, rascándose la nuca.

—¡Tienes que ambientarte! Faltan... Observo la hora en mi celular. —aproximadamente diez minutos para que comience el año nuevo.

Justo Taehyung comienza a balancearse de un lado a otro y yo le sigo el ritmo con una gran sonrisa en los labios.

Esta noche decidí usar un par de jeans oscuros, una chaqueta de cuero y debajo de ella una camisa lo suficientemente corta para dejar a la vista una pequeña cantidad de piel de mi estómago.

El Alfa alza las cejas cuando comienzo a moverme con una sensualidad fingida y ridícula; solo para alivianar el ambiente.

Es claro que soy un poco atrevido —prácticamente más de lo que es él—, así que también aprovechando el alcohol fluyendo a través de mis torrentes sanguíneos, me animo a pasar mis brazos por encima de sus hombros y entrelazar las manos detrás de su nuca.

Pero no me imaginé lo que sucedería después.

La distancia entre nuestros cuerpos desapareció el momento en que su mano me tomó de la cintura, las yemas de sus dedos acariciando mi sensible piel.

Un jadeo salió de mis labios, y mis mejillas se enrojecieron cuando sentí mi pelvis chocar con una porción de la suya.

Mi piel ardió, ardió como si lava me hubiese tocado; pero fue Kim Taehyung.

El contacto que su mano obtuvo con mi piel descubierta, mi cuerpo pegándose al suyo mientras sosteníamos un fuerte contacto visual fue lo necesario para acelerarme él corazón.

¡Joder!

—¿Qué? ¿Ya no quieres bailar?

Porque sí, había dejado de moverme ante el shock.

—S-sí... Me tomaste desprevenido, eso es todo. —carraspeo la garganta.

Tae me sonríe con suavidad antes de volver a observar detrás de mí.

Su sonrisa cambia, y no sé si sea el alcohol hace que me parezca que luce como una sonrisa fanfarrona.