pucheros |taekook omegaverse|

#108.

—¿Quieres...? —hesita, y no termina de formular la pregunta.

Eso me exaspera.

Tae tiene más de diez minutos así. Me tiene en suspenso sin poder terminar su pregunta.

—¡Yah! ¡Solo dilo! —le doy un pequeño empujón que no le hace moverse ningún centímetro.

Él hace una mueca, —Es que no sé. Tal vez piensas que es demasiado.

Ruedo los ojos.

—'¿Tal vez?' Nunca lo sabrás sino me lo dices. —enrollo su brazo con el mio mientras caminamos a través del pasillo de la escuela.

Tal, ya no me importa que me vean meloso con él. Por el curso ya se corrió el rumor de que supuestamente estamos saliendo.

Tae me mira por encima de su hombro. Por la forma que suspira sé que está apunto de ceder.

—Kook...

—Si no me lo dices me voy a enojar. —advierto.

Ah, el chantajismo. Siempre funciona.

—Bueno, ya. —se rinde, finalmente parando de caminar. —No tienes porqué decir que si, eh.

—Si, si, lo que sea. —hago un gesto de poca importancia. —Suéltalo.

Tae toma aire. Hesita. Abre y luego cierra la boca. Repite el ciclo al menos tres veces hasta que se anima en hablar.

—Ya sabes que el descanso de Seollal comienza pasado mañana, —comienza y yo asiento con la cabeza. —y tu mamá dijo que trabajaría incluso esos días....

—Prosigue. —le digo cuando duda por milésima vez.

—Pues es que me gustaría que pasaras las vacaciones conmigo y papá... —dice, un tanto tímido —y mis abuelos en Daegu.

Parpadeo.

Oh.

Definitivamente esta ocasión es muy diferente a navidad. Ahora implicaría conocer a sus abuelos y viajar juntos.

Joder.

Me muerdo el labio inferior mirando al Alfa a los ojos.

No voy a negar y decir que la idea no me pone nervioso, porque no es así. No obstante, me pone bastante bobo —en el buen sentido— que me quiera incluir en sus planes familiares.

Me hace sentir muy querido.

—Me encantaría, Tae.