pucheros |taekook omegaverse|

#115.

🍃5/5🍃
Me gusta leer sus comentarios.

Ahora que Tae prendió una pequeña lámpara con diseño de Iron Man que tenía debajo de la cama, podemos ver mejor. La luz es tenue, pero brinda la suficiente luminosidad para no encandilar nuestros ojos.

El Alfa procede a sentarse en la orilla de la cama. Me parece que sus ojos recorren mi silueta durante una milésima de segundo.

Le veo tragar saliva, —Kook...

Parpadeo.

—¿mmmh?

No responde rápido. Sacude la cabeza y después suspira.

—Nada, solo hazme lugar en la cama.

Enarco las cejas.

—¿Lugar? Apenas quepo yo.

—Lo haremos funcionar. Acomódate de lado y ya. —sugiere. —Quiero ser la cucharita.

¿Por qué no me sorprende? Le encanta ser mimado 'indirectamente.' Igual no me quejo.

—Pero no te puedes quedar dormido, ¿que pasaría si se dan cuenta que estás aquí? —cuestiono una vez que se acomoda en la cama y yo detrás de él.

Automáticamente rodeo su torso con mi brazo derecho.

—Estás calientito. —me dice.

—No respondiste mi pregunta paranoica.

—Pondré una alarma para despertarme y devolverme a la sala de estar antes de que despierten en la mañana. —dice con voz adormilada. —Tu tranquilo, yo nervioso. Tengo todo bajo control.

Mmmh.

Eso dicen todos los Alfas.

—Está bien, supongo.

El silencio construido por minutos lo rompe él:

—Abrázame fuerte porque apenas se me está quitando el frío, Kook. —se queja. —Por fis.

Ruedo los ojos, fingiendo molestia:

—Eres molesto y mandón.

—Pero dije 'por fis'

Me atrevo a alzar mi muslo derecho para ponerlo por encima de su cadera.

—Me debes mimos. —murmuro.

—Te daré los que quieras mañana, Kook.

—¿Solo mañana? Yo quiero siempre.

—Bueno, hasta que me muera entonces.

—También regálame la luna y las estrellas. —digo con actitud.

—Por cada beso que me des, te daré una.

Sonrío.

Así entonces, siento su mano acariciar mi muslo con suavidad. Su tacto es lento pero adormecedor; los ojos se me empiezan a cerrar con facilidad.

—Buenas noches, Tae. —le susurro al oído antes de plantarle un beso en la mejilla.

Deja de sobar mi muslo solo para agarrar mi mano con la suya y besar el dorso.

—Buenas noches, Omega.