pucheros |taekook omegaverse|

#66.

🌿gracias por las 62.2k leidas. Voten ALAVRG.🌿

Me quedé en silencio preguntándome a mi mismo si había escuchado bien o si había sido producto de una alucinación a causa del alcohol.

¿Pero a quién engañaba? Conforme pasaban los minutos, menos ebrio me sentía.

—¿Tae hyung? —mi voz fina suena tan fina que me sorprendo.

Mi mejor amigo no habla de inmediato, y me entra una sensación de intranquilidad en el pecho.

No me doy cuenta que tengo la respiración acelerada, ni el corazón latiendo dolorosamente contra mi tórax hasta que escucho su adormilada voz de nuevo.

—Buenas noches, Kook.

Trago saliva.

¿Eso es todo? Tiene que estar jodiendome.

¿Y ahora que? ¿Mañana tendré que actuar como que no escuché aquella declaración?  Somos amigos, ¿esto arruina algo?

Y sobre todo, ¿decirle que el sentimiento es mutuo cambiará las cosas en qué sentido?

El sueño se me esfumó cómo magia.

Me pongo a pensar mucho.

He visto bastantes películas como para saber que no siempre los sentimientos románticos en una relación amistosa resultan bien.

En efecto considero a Taehyung como amigo, de hecho, es mi mejor amigo.

Al principio era tímido y algo inexpresivo, pero fue cambiando conforme los días pasaban. Disfrutaba pasar tiempo con él, y cuando no me encontraba a su lado, me frustraba y aburría.

Me empezó a gustar sin darme cuenta, y una vez que me lo admití a mi mismo no fue la gran cosa porque la idea de contárselo no me pasó por la cabeza ningún segundo.

Pero ahora todo es diferente.

Le gusto. Le gusto a mi mejor amigo.

Estoy ruborizado cómo la mierda. Estoy feliz de que las luces estén apagadas.

Tan pronto como la idea de mantener algo más con una amistad con el Alfa aparece en mi mente, intento sacudirla.

Somos mejores amigos.

Funcionamos de esa forma, ¿pero funcionaríamos cómo novios?

¿Pero qué diablos estoy pesando? Solo me ha dicho que le gusto y yo ya estoy sobrepensando todo.

Soy un idiota, de hecho, Kim Taehyung también lo es.

No quiero que las cosas salgan mal entre nosotros... Pero ahora siento miedo y  necesidad de confesarle que igual me gusta.

Joder, ¿cómo no me iba a gustar? Es guapo, carismático, y aunque no sea tan bueno con las matemáticas, lo considero inteligente.

Me siento de golpe en la cama porque no soporto más el silencio que reina en las paredes de mi habitación.

—Tae. —le llamo con voz temblorosa.

Siento su cuerpo moverse en la cama. Su voz es ronca cuando habla:

—Dejáme dormir, Kook.

No sé porqué, pero una sonrisa se escapa de mis labios.

Es un bobo.

Carraspeo mi garganta, y repentinamente siento la necesidad de ver su rostro.

—Escucha esto que tengo que decirte antes de dormir. —murmuro, mi corazón latiendo aceleradamente.

Extiendo mi brazo para prender la lámpara que se encuentra encima de mi mesita de noche, la cual, se encuentra justamente del lado de Taehyung en la cama.

Antes de poder tocar el interruptor, su mano me envuelve la muñeca.

—No prendas la luz. —ordena y yo frunzo el ceño aunque no pueda verme.

—¿Por qué no?

—No quiero que me veas.

—¿Por qué no?

—Deja de hacer preguntas.

Aprieto los labios.

No entiendo su actitud, pero decido no cuestionarla de nuevo. Él suelta su agarre en mi muñeca y yo trago saliva nerviosamente.

—Uhm...

¿Cómo lo digo? Joder, tengo hasta calor.

—¿Sigues borracho?

Su pregunta me hace reír un poco.

—No. —niego con la cabeza. —Ya se me pasó.

—Bebiste mucho. —apunta.

—Sí, tu también.

Volvemos a quedarnos en silencio un rato. Temo que se quede dormido e intento apresurar mi confesión, pero es que no logra salir de mi garganta.

Estoy muy nervioso y asustado aunque yo ya sepa que siente lo mismo, de hecho, es justamente lo que hace las cosas complicadas, ¡nos gustamos!

Balbuceo, jadeo y casi grito:

—¡Tu también me gustas! —digo con rapidez antes de tumbarme a su lado y cerrar los ojos. —¡Buenas noches!

Taehyung no se mueve a mi lado y eso me frustra, ¿se ha quedado dormido o congelado?

Me muerdo las uñas intentando conciliar el sueño que se me arrebató.

—Jungkook. —su llamado me pone ansioso.

No estoy seguro de querer escuchar lo que quiere decir. Podemos dejarlo para después.

¡Siento que el corazón me va a perforar el pecho!

—Shh, déjame dormir. —le digo, con voz temblorosa.