pucheros |taekook omegaverse|

#10.

—¡Hyuuung! —exclamo muy cerca de su rostro una vez que le alcanzo.

Taehyung arruga su ceño, y se echa hacia atrás. Tose, provocando que sus hombros se muevan de arriba hacia abajo.

—No quiero sonar cruel, pero no me hables tan cerca cuanto estés fumando. —dice buscando el cigarro en mi mano, sin embargo no lo está.

—No estoy fumando. Acabo de terminar. —explicó alzando mis cejas.

Taehyung arruga la nariz, luciendo ciertamente tierno bajo mis ojitos.

—El olor a cigarro borra tu olor dulce.

Parpadeo, y me limito a hacerlo repetidas veces mientras le miro.

—Oh...

Un extraño sentimiento recorre mi cuerpo, tal vez sea porque dijo que mi olor era dulce, o porque tuvo la audacia de decirme que no me acercara a él.

—¿Qué pasaría si por alguna razón tienes  que darle respiración boca a boca a alguien de emergencia? —pregunta, y yo arrugo el entrecejo.

—Bueno, no creo que le importe inhalar mi aliento con olor a cigarro si esa persona está agonizando. —me cruzo de brazos.

Taehyung claramente no se esperaba aquella respuesta.

—¿Y si tienes que besar a alguien que te gusta mucho?

Y claramente yo no me esperaba aquella suposición. Vuelvo a parpadear repetidamente mirándole a los ojos.

—¿Pues que? Existen los chicles, hyung.

—¿Y si no tienes tiempo de masticar un chicle?

—¡Pues no nos besamos y ya! ¡Al cabos él se lo lamentaría! —exclamo a la defensiva.

El Alfa se acerca a mi, dando cortos pasos, y por alguna razón yo decido retroceder.

—¿Y por qué él se lo lamentaría? —cuestiona con una pequeña sonrisa.

Hago un involuntario puchero, —Porque beso fenomenal.

Le escucho soltar una risa ronca al mismo tiempo que echa su cabeza hacia atrás.

—Esa seguridad tuya es algo que te envidio.

Un poco ofendido, alzo mis manos para darle un débil golpe en el pecho.

—¡Aish!, ¿por qué te burlas, bobo hyung? —se que mis orejas están muy rojas.

Taehyung sonríe.

—¿Quien dijo que me estoy burlando? Obvio que creo que besas fenomenal. —el tono de voz que usa no es muy convincente.

Quiero golpearle en la cabeza.

—¡Qué molesto eres!