pucheros |taekook omegaverse|

#43.

—¡Tae! 

—No grites.

—¿Por qué no? 

El Alfa suspira, incluso me parece ser que rueda los ojos.

—Son las cuatro de la mañana y tus vecinos están durmiendo. Camina.

¿Es mi borrachera lo que me hace creer que me está hablando feo?

Un puchero se instala en mis labios. Mi hyung ni siquiera me está mirando. Me está tomando de la muñeca casi llevándome a rastras hasta la puerta de mi casa.

Pensé que nos llevaría a la suya y dormiríamos juntos.

No sé porqué pensé esa tontería.

—¿Estás enojado?

Me observa por una milésima de segundo.

—No, Kook.

—¿No? —repito.

—Hablas más de lo normal cuando estás ebrio. —apunta con voz ronca.

—¿Y te molesta?

—Tal vez si lo sigues haciendo si. 

Ugh, qué insoportable.

Por alguna razón, una ira incomprensible me recorre el cuerpo hasta el punto que me safo bruscamente de su agarre.

—Ya vete con Nayeon. —escupo con dureza.

Nayeon...

Cuando me doy cuenta de lo que acabo de  decir abro los ojos mucho.  

¿Qué mierda fue eso?

Me quiero golpear en la puta cabeza. Joder.

—¿Que dijiste? —puedo sentir la mirada de Tae sobre mi nuca cuando comienzo a caminar por delante de él.

No respondo.

Busco las llaves de la puerta principal de mi casa, pero no las encuentro en los bolsillos de mi pantalón. Cuando recuerdo que el Alfa decidió guardarlas por mi, giro sobre mis talones para encontrarme con su silueta a un metro de mi.

No entiendo la expresión en su rostro.

—¿Qué? —finjo demencia. Extiendo mi mano derecha. —Las llaves, Taehyung.

—Que si que dijiste te estoy preguntando. Mencionaste a Nayeon.

No se le escapa su nombre.

Doy un par de zancadas hacia su persona e intento arrebatarle las llaves que mantiene en su mano, sin embargo él es más rápido y extiende su brazo para que yo no pueda alcanzarlas.

La sangre me hierve. Realmente intento no gritar 

—Tengo sueño. Dame mis llaves.

—¿Por qué estás enojado?

Sus ojos se conectan con los míos cuando formula aquella pregunta.

—¿Qué te hace creer que lo estoy? 

—Puedo oler tu molestia. —responde con simpleza.

El poco alcohol en mi sistema no me deja analizar lo que digo a continuación:

—¿Acaso querías estar con Nayeon esta noche? Porque después de haber hablado con ella toda la noche pareciste perdido y aburrido. —digo rápidamente. —Si no querías estar conmigo pudiste haberlo dicho.

Taehyung parpadea.

—No sé de qué hablas, si quería estar contigo. —sus palabras me molestan aún más. 

—¡Mientes! ¡Estabas buscándola todo el rato que bailamos juntos! —evidentemente ahora sí estoy hablando alto. —Sé honesto, ¿Qué? ¿Te gusta? ¿Te enamoraron esos chocolates que te daba? ¡Corre a su casa para que te de más! ¡Y dame mis llaves!

Odio a los Alfas. Son unos idiotas.

—Estás borracho, Jungkook. -murmura indiferente.

—Los borrachos dicen la verdad. 

—Y supongo que los borrachos también se ponen celosos como tú.