pucheros |taekook omegaverse|

#21.

🍃Usualmente actualizo dos o más veces seguidas. Asegúrate de estar leyendo la parte correcta.🍃

Pd. VOTEN O LOS MEO

Justamente nos encontrábamos en el centro comercial. No había una razón o evento por el cual estaba tan esmerado en comprar ropa, solo quiero gastar dinero.

—¿Qué crees de este, hyung? —salgo del vestidor modelando un suéter rosado.  El Alfa parece muy interesado viendo su celular, ni siquiera se inmuta en su lugar. —¡Hey!

Taehyung alza sus ojos hacia mi durante unos segundos.

—Se ve bien.

Hago una mueca de desagrado.

¡Una estatua se expresa más que él!

—¿Como que "se ve bien"? Por eso estás soltero.  —ruedo los ojos. —Dejaré de pedir tu opinión.

El Alfa enarca una ceja, —"Por eso estás soltero" ¿a que te refieres con eso?

—¡Buaj, a nada! —me meto nuevamente en el vestidor para dejar de ver su boba cara.

Antes de que me quite el suéter, alguien —o más bien mi amigo— abre las cortinas del vestidor.

—¿A que te refieres con eso?

Me escandalizo.

—¡Casi me desnudo! —intento empujarlo, pero no se mueve. —¡Sal! Si las gente nos ve van a pensar raro.

Taehyung no dice nada, pero me obedece. Al cabo de un rato pregunta:

—¿Te queda mucha ropa por probarte?

—No. —de repente me pongo de malhumor. —Ya nos iremos.

Es un pésimo acompañante de la moda.

Cuando salimos de la tienda comienzo a caminar más rápido que el Alfa, dejándolo atrás.

Busco en el bolsillo de mi chaqueta —en realidad, de Tae. Si, la de color azul— la cajetilla de cigarros que compré esta mañana.

Coloco uno entre mis labios y lo prendo antes de que Taehyung me lo arrebate.

—¡No fumes! —dice una vez que se posiciona a mi lado.

Luce disgustado, y yo ruedo los ojos.

—Oblígame.

No noto el peso de mis palabras hasta que la mirada del Alfa cambia.

Sus ojos se oscurecen. Acerca su rostro al mío y yo echo la cabeza hacia atrás ante la extraña cercanía.

—Dámelo. —ordena con voz
gruesa.

Trago saliva. Conocer a un Tae mandón es... raro.

Pero también podría ser divertido.

Me atrevo a tirarle el humo en el rostro, sin embargo no se pone a toser, ni siquiera hace una expresión de asco. Alcanza con su mano la tela de mi —su— chaqueta y me jala hacia su cuerpo.

Su mirada es intensa y su olor parece serlo más de lo normal al tenerlo tan cerca.

Incluso puedo sentir su calor corporal.

No me doy cuenta que saca la cajetilla de la chaqueta hasta que la alza a la altura de su rostro, demostrándomela.

Jadeo impresionado.

—Devuélvela. —aprieto los dientes.

Sonríe, —En tus sueños.

—Me voy a enojar.

—Hazlo.

Quiero golpearlo.