pucheros |taekook omegaverse|

#47.

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Gracias por los 20k<3.

—¿Tienen extra mantequilla? —Tae grita desde la sala de estar.

—¡Si, mandón! —suelto una risa.

El cronómetro del microondas llega al número cero y hace su respectivo sonido indicando que la comida —en este caso, palomitas— ya está lista.

Las echo dentro de un bowl, y ya con un par dentro de mi boca, comienzo a caminar hacia la sala de estar donde se encuentra mi mejor amigo acostado en el sofá.

—Hazme lugar. —le ordeno.

El Alfa alza las cejas. Pienso que tal vez se va a sentar para que cada quien tenga la mitad del lugar, pero me equivoco.

Alza sus piernas y yo le miro con desaprobación.

—¿Qué? Soy un invitado, Kook.—sonríe, y posteriormente me quita el bowl lleno de palomitas. —Mantén a tu invitado cómodo.

Parpadeo.

—No dudaré en aventarte del sofá una vez que me canse.

Mi parte humana me dice interiormente que cedí muy fácilmente, sin embargo, mi lobo dice que el mínimo contacto físico con Tae le haría muy feliz.

Cuando me siento, Tae extiende sus piernas por encima de mi regazo y yo no sé dónde colocar las manos.

—¿Te parece bien El Castillo Vagabundo?

Asiento con la cabeza.

Nadie dice nada durante los primeros veinte minutos de la película. Opté en cruzarme de brazos para no posar mis manos sobre sus extremidades. Se que no sería raro hacerlo, pero el hecho de que lo estuviese sobre pensando me hacía dudar.

—Estás muy callado. —Giro mi cabeza en dirección al Alfa. Se encuentra observandome con ambas cejas alzadas. —A este punto ya hubieses dicho "Oh, me encanta Howl"

Ruedo los ojos con una sonrisa plasmada en los labios.

—Bueno, si me encanta Howl, pero solo lo dije en mi mente.

—¿Howl rubio o pelinegro?

—Ambos, sería como... Tener dos novios en uno. —murmuro alcanzando un puño de palomitas del bowl.

Pasan diez minutos más y ya puedo sentir como las piernas me comienzan a hormiguear.

—Ya me cansé, quítate. —empujo las suyas.

—Acomodémonos bien, entonces.