pucheros |taekook omegaverse|

#114.

🍃4/5🍃

Entonces.... Me cedieron la vieja habitación de Tae, de cuando antes solía quedarse con sus abuelos mientras el señor Kim trabajaba.

Es un lugar pequeñito, un espacio perfecto para un niño en crecimiento. La cama no es muy cómoda, y la calefacción apenas me calienta los pies, pero, hey, jamás sería malagradecido si me están proporcionando un lugar donde dormir.

Aunque podría ser mejor si tan solo hubiesen dejado a Tae dormir conmigo...

El pobre Alfa se encuentra en la sala de estar, arropado hasta las trancas y con miedo que se encargó de manifestarme.

—Es que antes espantaban aquí. —me dijo con los ojos bien abiertos.

Obviamente eso me puso nervioso, por eso estoy despierto a las doce y media de la noche.

Tengo los ojos cerrados porque soy un cobarde.

¿Qué pasa si alguien tira de mi cobija? ¿Si alguien sopla en mi oído? ¿Acaso hay alguien viéndome desde la esquina de la habitación?

Jodido Taehyung.

Decido quitarme la manta de encima así algún ente maligno no podrá quitármela, sin embargo el miedo no se va.

Cuento hasta diez.

Una notificación en mi celular me hace brincar del susto. El corazón me late con fuerza mientras busco a ciegas el dispositivo sobre la mesita de noche a un lado de la cama.

Desbloqueo la pantalla y el brillo de la misma me complica abrir los ojos apropiadamente.

Taee<<33: "estás despierto???"

Yo: "si"

No tarda en responder.

Taee<<33: "puedo?"

Yo: "si
No hagas ruido eh"

Pasan al menos un minuto cuando escucho pisadas fuera de la habitación para después oír el sonido del picaporte girándose.

Se que no es ningún fantasma el que entra al lugar, porque ningún ser vivo o muerto huele tan delicioso como Taehyung. Podría reconocer su aroma incluso en las circunstancias más difíciles posibles.

—¿No puedes dormir? —le pregunto aunque no pueda verlo apropiadamente. La habitación está oscura por completo.

Le escucho cerrar la puerta para segundos después escuchar un golpe seco y un jadeo de dolor.

—¡Mierda! —exclama con voz ronca.

Me incorporo en la cama, —¿Qué pasó?

—Me golpeé en el dedo chiquito del pie. —gimotea. —No puedo ver nada. Al menos enciende la linterna de tu celular, Kook.

Me aguanto la risa, procediendo a acatar su orden. Con la luz busco su figura, la cual encuentro con facilidad.

Está usando pantalón gris de chándal y un suéter oversized.

Le miro entrecerrar los ojos a causa de la intensidad de la luz.

Luce lindo...ay, como me gusta.

—Joder, aquí está cálido. —murmura. —En la sala de estar haciendo un frío de mierda, ni la chimenea está haciendo justicia.