pucheros |taekook omegaverse|

#92.

La escuela no es tan entretenida como lo son mis pensamientos.

No he sido capaz de ponerle atención a ninguna clase porque me encuentro vagando en las nubes —figuradamente, claro, porque en realidad me encuentro sentado en una butaca de mi salón de clases con mi mejor amigo sentado de frente.

Mmmh.

¿Es posible volverte fácilmente adicto a algo que solo has hecho una sola vez?

Porque, joder, quiero volver a besar a Tae.

¿Sus labios siempre han lucido así de suaves?

Me está hablando sobre no-sé-qué  (no estoy poniendo atención) mientras solamente lo que deseo hacer es impulsarme hacia delante y pegar nuestras bocas.

Él parece no darse cuenta de mi estado. Luce bastante ajeno a mis mejillas rojas y la forma en la que mis ojos observan sus belfos.

No estoy seguro de si eso me irrita o no. Después de todo fui yo el que se la pasó sobrepensando en las consecuencias de ello y heme aquí, queriendo hacerlo de nuevo.

—...estuvo increíble.

Eso es todo lo que alcancé a escuchar de su parloteo.

Forzo una sonrisa que intento que parezca normal.

—Que cool, hyung.

Me mira a los ojos durante segundos.

—Deberíamos de hacerlo. —agrega, o más bien propone.

Me rasco la nuca.

Ahora debo seguir la corriente de la conversación sin saber de qué ha tratado.

—¿Dónde? —cuestiono, carraspeando la garganta.

—En mi casa. —se pasa la lengua entre los labios. —Usaremos la cama, es cómoda.

Arrugo el entrecejo.

Estoy muy perdido, pero tengo que fingir que no.

—Está bien. —asiento con la cabeza. —¿Debo llevar algo?

Entonces, Taehyung tuerce una sonrisa que me parece que nunca he presenciado en su rostro.

Eso me confunde aun más.

—¿Qué sugieres? —me parece que su pregunta es incriminatoria.

—Uhm, no lo sé. —me cruzo de brazos. —¿Qué sugieres tú?

Entonces, se empieza a reír.

Bastante.

Sus hombros se mueven de arriba abajo. Su risa es clara y grave, tan llamativa como para llamar la atención de un par de compañeros de clase.

Es evidente que está burlando de mí.

—Eres gracioso sin intentarlo, Kook. —dice, entre risas. —Y fácil de leer.

Parpadeo.

—¿Por qué dices eso?

Sus ojos bajan fugazmente a mis labios para después ladear una atractiva sonrisa,— Sé honesto conmigo y contigo mismo.

Puedo hacer eso sin pensarlo dos veces, mayormente porque sé y reconozco que me está desafiando por ese tono de voz que utiliza; y no me gusta verme como un cobarde.

Tal vez he sido más evidente de lo que pensé.

Aunque sienta el cuello, orejas y rostro sonrojado, lo confieso con determinación:

—No escuché nada de lo que dijiste porque estaba pensando en besarte, Tae.

Y ahora, el que se sonroja es él. No se esperaba que realmente lo dijera.

Es mi turno de torcer una sonrisa.

—Si lo noté. —murmura bajo, casi en un susurro. —Lástima que no podamos hacer algo al respecto porque estamos en la escuela.

'Hay opciones' me hubiese gustado decir, pero no.

—¿Y entonces? —me relajo en mi asiento, mirándole a los ojos. —¿De qué estabas hablando antes?

Mi mejor amigo sonríe levemente.

—De jugar twister, claro.

Sobra decir que sus palabras podrían haberse malinterpretado fácil. Ahora me doy cuenta de que eso fue a propósito.

—Okay, hoy en tu casa. —afirmo con facilidad.