pucheros |taekook omegaverse|

#04

—¿Alguna vez has besado a alguien, hyung?

Taehyung deja de escribir en su cuaderno y me mira con sorpresa.

—¿Y esa pregunta? 

Ladeo la cabeza, —Pues no lo sé. Tenía curiosidad porque luces como que no lo has hecho.

Me gusta escuchar su risa, porque comienza a reírse de manera ronca.

—¿Como que luzco como que no lo he hecho? —me mira con incredulidad.

Chasqueo la lengua.

—Pues es que...- No lo sé. Eres tímido, hyung. —explico, sintiéndome un poco nervioso por su vista. —Eres muy guapo, pero que seas tímido probablemente hace que te pierdas de muchas cosas.

Me gusta ser directo, pero a veces serlo me cuesta mucha vergüenza. No sé porqué decirle "eres muy guapo" me afecta al punto de sonrojar mis mejillas.

Espero que no lo note.

—Soy un poco tímido por naturaleza, sobre todo cuando conozco a personas tan extrovertidas como tú.

Cruzamos miradas por un par de segundos.

—Más que tímido, asustadizo. Un Alfa asustadizo. —replico y él alza sus cejas. 

—No estoy seguro de que ese adjetivo sea el correcto. —su expresión es indefinible. —Solo soy yo.

Me quedo pensando en sus palabras. Le veo nuevamente escribir en su cuaderno, y contemplo nuevamente su semblante como he estado haciendo desde hace minutos atrás.

—Me gusta como eres. —le digo. —Somos diferentes, pero de alguna manera funcionamos.

—A mi también me gusta como eres, aunque... —hace una pequeña pausa y yo extiendo los ojos en la espera.

—¿Como que "aunque"? —me hago el ofendido. —¡todo en mi es encantador!

Ladea la cabeza, volviendo a tornar sus ojos en mi.

—...aunque no me gusta que fumes.

Ah, eso.

—A mi mamá tampoco le gusta, —me encojo de hombros restándole importancia a la situación. —pero estoy muy acostumbrado a ello.

Taehyung no vuelve a decir nada, simplemente tuerce los labios.

Y yo recuerdo nuestro tema anterior.

—¡De todas formas! ¡No respondiste mi pregunta!

El acusado finge demencia, —No recuerdo tu pregunta.

—No te hagas bobo, hyung. —le observo con desaprobación. —Te pregunté que si has besado a alguien o no.

Una punzada me pasa por el pecho cuando asiente. La expresión en mi rostro se muestra en disgusto sin que me de cuenta.

—Si. Ya he besado a alguien antes, ¿feliz?

No, no estoy feliz.

—Oh, bueno. Esta bien supongo. —me cruzo de brazos.

Nadie vuelve a decir nada durante un par de minutos. Tengo un puchero plantado en los labios.

Siento la mirada del Alfa quemarme el rostro y yo suelto un suspiro.

—¿Qué? ¿Por qué tan callado?

¡Ugh!