Luxure Ω

Luna

El día se había basado en trabajo en la tierra y correr entre las piernas de su padre escuchándolo dar algunas órdenes a sus trabajadores. Los chismes entre los omegas que cosechaban las uvas en jabas.

—Sí, lo supe porque su madre nos contó. Pobre chica, al parecer su destinado es el hombre que más detesta en este pueblo y ella siempre soñó que se trataría de un guapo chico de ciudad. 

—Pues él no es feo, ha tenido varias parejas por su atractivo y es bastante divertido.

—Y es lo que ella más odia de él. No es su tipo, ella quería una familia no alguien con quien satisfacer sus necesidades con el miedo de adquirir alguna ETS porque, lo sabes, él no cambiará su estilo de vida por ella.

—Bueno, eso es cierto. ¿Te contó algo más su madre?

—Ella quiere irse, no importa que sea su destinado, solo debe encontrar a alguien que la ame y la marque. Si pasa más tiempo cerca de él, en el momento menos esperado se vincularán y todo habrá terminado para la muchacha, ya no habrá marcha a atrás. Lleva días sin salir de casa porque su lobo puede luchar por estar con él y ese será su fin.

El pequeño se acercó a los omegas después de escuchar toda la conversación a sus espaldas.

—¿Qué es destinado?—preguntó y una de las mujeres se calló al suelo del susto.

—Jimin, te hemos dicho que no escuches conversaciones ajenas a escondidas.—regañó un omega, amigo de su padre que trabajaba para él también.

—Yo solo vine a saludarlos.—refutó el menor.—¿Qué es un destinado?

—Pues, un destinado es alguien que la luna eligió para que sea tu compañero eterno. Quiere decir que será tu pareja de por vida.

—Y si la luna lo elige, ¿por qué la señorita de la que hablan, no lo quiere?—volvió a preguntar.

—Eres un enano chismoso, escuchaste mucho. Te explicaré algo, cuando seas grande tal vez experimentes algo llamado enamoramiento, se trata de un sentimiento que se aferra aquí y aquí.—dijo presionando con su índice el pecho y la cabeza de Jimin.—Habrá personas a las que quieras cuidar, abrazar y brindarle todo tu afecto de manera especial y estas serán elegidas por ti en tiempos determinados, quizás esos sentimientos pierdan fuerza y se olviden o llegues a unirte con alguna de ellas, pero todo será porque tu corazón y tu mente los elegirán. Cuando hablamos de los destinados, estos no son elegidos por nosotros, nuestra querida y respetada luna decide que hay un ser humano en este mundo que es totalmente compatible con nosotros y debemos unirnos a esta persona de por vida, el vínculo más fuerte que existe, aunque en ocasiones ella se equivoca y puede enviarnos a personas que no son de nuestro agrado, unirse con tu destinado sigue siendo tu decisión a pesar de todo; así que, si no quieres aceptarlo, solo debes escapar y encontrar a alguien que realmente elijas con todo tu ser.

Jimin entendió a medias todo lo que le habían explicado.

—Es un vínculo muy fuerte y malo.

—No es malo.—corrigió otra omega.—Es muy hermoso a mi parecer, los dos sienten la necesidad de estar juntos por siempre y se pueden llegar a amar infinitamente. Dicen que encontrar a tu destinado es un regalo de la Diosa Luna. Solo que en algunas ocasiones no estamos de acuerdo con ella y eso no está mal, si algún día encuentras a tu destinado, espero que sea el ser más fascinante ante tus ojos, que te ame sin medida y que se acepten el uno al otro. Verás que es una unión soñada.

Jimin no terminó de entender si era bueno o malo, pero comprendió que aquello era un tema bastante difícil.

El sol se había escapado de su habitación, pero él seguía observando el techo perdido en sus pensamientos, recordaba la vez en que vio a aquella joven tomar sus cosas y escapar del pueblo mientras sus lágrimas caían sin compasión por sus mejillas. Lo pensó un poco, tal vez no sería tan malo aceptarlo, pero en el celo más cercano, se enredó con dos omegas que atendían la licorería cerca a la plaza.

Esa sería su vida si lo aceptaba como su pareja y decidió que no dejaría que su alma se sumiera en un profundo dolor, solo él la vio huir por el camino más largo y poco transitado a la ciudad e Busan. Al día siguiente aquel hombre la buscó por todos lados y Jimin se acercó a preguntarle el por qué de su desesperación.

—No lo entenderías, pero me equivoqué y mi celo no me permitió pensar, yo quiero que me acepte, quiero cambiar, lo juro.—dijo tapando su rostro de la vergüenza al contarle sus problemas a un niño de diez años.

—Ella se fue ayer en la noche.—mencionó el pequeño con seriedad.

—¿La viste? ¿A dónde se fue?—preguntó rápidamente tomándolo de los hombros.

—Me dijo que no se lo contara a nadie, pero que iría a Yeosu porque hay un hombre que se ha enamorado de ella y tiene mucho dinero, él vive allá y se casarán.—mintió observando cada músculo que se arrugaba del rostro del hombre frente a él.—Se fue por ahí.—señaló en dirección contraria a la que ella había tomado.

—Muchas gracias, enano. Prometo ser un mejor hombre desde ahora. ¿Te mencionó algo más? ¿Cómo se llamaba ese tipo?

—No, nada más.

—No importa, solo debo buscarla y crearé el vínculo de la forma que sea necesario, así ella no tendrá opción y volverá conmigo al pueblo.—susurró para sí mismo, pero los oídos de Jimin podían escuchar hasta el latido de su mentiroso corazón.

—Mucha suerte.—dijo el menor observando como este se iba tras las falsas pistas que le había dado de ella.—Espero que te pase algo malo y no vuelvas, perro sucio.

Aquella vivencia marcó un antes y un después en su percepción sobre los alfas y aquel destino designado por la luna.

—No quiero vivirlo, no quiero pasar lo mismo.

No sucederá, yo puedo protegerte, solo debes permitírmelo.

—Silencio. Tú debes estar durmiendo ahora, me has causado demasiados problemas.

Podemos matarlo, así jamás creará un vínculo que nos obligue a quererlo.

—Es un príncipe.

Nuestras formas son bastante sutiles.

—Basta.

Jamás voy a someterme a él, no importa lo que suceda, he escuchado berrear a la bestia que tiene de lobo y prefiero morir.

—Lo sé.