El ambiente era tenso, Jimin no deseaba tenerlos sentados en su sofá como invitados de honor, en realidad los quería fuera de su casa y de sus vidas, pero un comentario del hombre que había llegado escoltando al otro, lo alarmó cuando Taehyung les pidió que tomaran asiento.
—Alteza, siéntese usted.—dijo NamJoon mostrándole el lugar donde debía hacerlo.
—Gracias.—respondió y depositó su trasero como si fuera dueño y señor de la casa.
—¿Alteza?—preguntó Jimin acercándose al castaño.
—Ahora puedo presentarme mejor. Mucho gusto, soy Jeon Jungkook, hijo único del rey Mado y heredero de la corona. Futuro rey de la Gran Corea; y él es Kim NamJoon, mi guardia personal y amigo.—anunció levantando su mano para recibir la típica reverencia y aprecio de los ciudadanos.
El castaño fue el único en presentar sus respetos, mientras que Jimin lo dejó con la mano extendida.
—¿Qué hace una persona tan importante en mi casa? Yo no he cometido un crimen y creo que de no haber actuado de inmediato, su nombre estaría en todos los noticieros de esta nación de una muy mala forma. Perdería respeto y credibilidad.—comentó acercándose a la ventana del noveno piso, del edificio donde vivía.
—Quería agradecerte por eso, aunque después fue bastante problemático pasar mi celo por culpa de tus feromonas, pero salvaste mi pellejo de la prensa amarillista.—reconoció corrigiendo su postura.—Se que sabes que no vengo solo por esa razón, en realidad me gustaría saber si tienes idea quien es la persona que mató a mi primo y sus dos amigos.
El más bajo escuchó aquello y de inmediato se acercó a él doblando su columna para llegar su nivel. Apoyó sus manos en sus muslos y sonrió con diversión, el aire que salía de sus fosas nasales podía golpear el rostro del contrario.
—¿Tienes miedo, pequeño?—preguntó y el orgullo de Jungkook fue herido muy en el fondo, sabía que estaba frente a un oponente que jamás iba a poder enfrentar, pero el miedo era algo poco característico de quienes llevaban su apellido. Se levantó de su asiento haciendo que el contrario enderezara su espalda y como era de esperarse, su altura sobrepasaba a la del Luxure Ω.
—¿Pequeño? No te confundas, enano...—dijo esto último con énfasis.—... yo no le temo a nada, pero como futura cabeza de esta Nación me parece imposible no involucrarme en asuntos tan delicados como este cuando observo que el abordaje actual no está dando resultados y mi gente no tiene noción la verdad.
Entre el duelo de miradas Taehyung aplaudía el discurso de su casi gobernante.
—Eres muy patriota. ¿Vienes de pueblo?—preguntó NamJoon observándolo.
—Soy de un pueblo lejano en Busan, pero eso no tiene que ver con mi patriotismo, solo me gusta la labia de los tipos guapos.—El mayor sonrío incómodo preguntándose había sido una buena decisión ir a ese lugar.
—¿Qué te he dicho de caer rápido ante pusilánimes?—Jimin observó a Taehyung con una mirada reprobatoria y este se sintió regañado de inmediato.
—Yo jamás dije que caí, solo dije que es guapo. Además, es fácil notar la tensión sexual entre ustedes, hasta el guardia de abdomen grueso se siente incómodo con sus feromonas por todos lados, pero de una buena vez le advierto alteza que este chico si usa la de abajo y si no quiere perder su virginidad es mejor que no lo intente porque antes de tocarlo puede tener una hemorragia interna inexplicable.
Jungkook, que observaba a Jimin, sintió un escalofrío de inmediato y la risa del contrario estalló mientras caminaba lentamente hacia él.
—Este es el momento en el que sale corriendo, alteza.—dijo pasando la palma de su mano por su trabajado abdomen. El impulso de obedecer por sobrevivencia hizo que lo considerara una opción, pero recordó que no era esa la razón por la que había ido a humillarse al departamento de uno de los seres más peligrosos del planeta.
—Olvida esas tonterías, solo quiero que me ayudes a saber qué es lo que está pasando y encontrar la verdad.
—¿No se le ha ocurrido pensar en que puedo haber sido yo quien haya matado a esos hombres?
Jungkook negó rotundamente.
—No eres tú, estoy seguro, por un momento pensé que podía ser una opción, pero tengo la intuición bien desarrollada y algo me dice que puedo confiar en ti.
—¿Un alfa dominante confiando en un Luxure Ω? Eso es bastante extraño, creo que el único espécimen cercanos que hizo aquella tontería, y del que oí hablar, está bajo tierra.—contó y los dos visitantes mostraron confusión en sus rostros.
—¡Oh! Habla de su padre, es huérfano de padre y madre.—acotó su amigo y los dos relajaron la mirada al entender a qué se refería.
El príncipe se volvió hacia Jimin poniendo nuevamente toda su atención en él.
—No conozco tu historia y no se que tan difícil haya sido sobrevivir para ti, pero si de algo estoy seguro es que puedo ver la bondad en los ojos de las personas y no me he equivocado jamás.—dijo alzando su mano hacia la mejilla del contrario con cautela.—Tú no has matado a nadie.
—Ha roto extremidades, pero todas sanaron bien o han sido justificadas.—susurró su amigo a NamJoon y este se horrorizó.
—¿Eres tan débil? ¿Has caído fácilmente por algo tan insignificante como una estúpida coincidencia? ¿No te estás dejando manipular por tus hormonas? O quizás, por mis feromonas.
—Te dije que no vine por aquella tontería, solo te pido que consideres ayudarme en esto. Quiero saber quién es y lo que vio aquella noche, quiero conocer la verdad porque estoy seguro de que mi primo no es una víctima en ninguno de los escenarios.—refutó aún con la mano tomando una de las mejillas de Jimin.
—Ya has tocado suficiente de mí sin pedir permiso, no tienes derecho, así la luna pueda decir lo contrario.—el menor entendió y retiró su mano disculpándose con un "lo siento".—Lamento informarte que no somos un grupo de refugiados ni una comunidad a la que le puedo preguntar si conocen a fulanito de tal. Sinceramente, yo conozco a muy pocas personas que comparten mi naturaleza porque la mayoría prefiere pasar desapercibido dadas las habilidades de caza que tienen muchos alfas y su obsesión por coleccionar nuestros cadáveres.
Había oído algo de unos cuantos amigos, contaron que existían una especie de museos donde momificaban sus cuerpos y les entregaban medallas como un club deportivo a los alfas que lograran cazar y matar a un Luxure Ω.
Ser parte de ese club y tener un ejemplar a su nombre les daba poder y dinero.
—Se que es difícil, pero conoces más de ellos que yo y si intento buscarlo me matará antes de saludarlo.
—Tengo derecho a negarme.
—Por favor, prometo no volver a molestarte. Cuando esto se resuelva no sabrás de mí hasta que me convierta en rey y debas observar en televisión como soy coronado. Y con respecto al gran problema, yo no tengo intención de reclamar lo que me corresponde si es que no tengo aceptación y evidentemente no la habrá.
Jimin arrugó la nariz con molestia, deseaba tanto estrellar su rostro contra la pared, pero era el príncipe de la gran Corea y no quería convertirse en enemigo de una nación entera.
—Jamás te ha correspondido reclamar absolutamente nada. Sin tu título eres exactamente lo mismo que cualquier alfa y los detesto a todos. Voy a considerar tu petición, pero quiero que te vayas de mi casa y no vuelvas a menos que yo te llame. Puedes darle tu contacto a mi hermano y te prohíbo que hagas de mi hogar una peste con tu olor, tu instinto puede pedirte muchas cosas, pero como te lo dije la primera vez, si no sabes controlarte, no salgas de tu maldita cueva.—terminó, empujando al contrario que cayó sobre el sofá.
—Eso fue muy cruel.—susurró el guardia del príncipe.
—¿Esperaba un beso y un abrazo de despedida, señor?—contestó Taehyung.
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Luxure Ω
FanfictionLos alfa han gobernado por siglos a la gran Pangea en la cima de las especies como la más poderosa. Betas u omegas nunca pudieron enfrentarse a su evidente supremacía en todos los ámbitos. Si bien es cierto, existía una denominación de omega que pod...